Amigo imaginario de los niños: ¿puede ser útil?
El amigo imaginario de los niños puede ser útil para que el pequeño supere sus propios miedos, no se sienta solo y sepa cómo interactuar con el mundo adulto.
Muchos son los niños que pasan por una fase durante la infancia en la que tienen un amigo imaginario con el hablan y juegan, pero ¿es esto motivo de preocupación? ¿o podría a llegar algo útil para el desarrollo y crecimiento del niño?.
Amigo imaginario de los niños: ¿puede ser útil?
Dependiendo de si nosotros mismos hemos tenido algún amigo imaginario durante nuestra infancia, puede que nos extrañe o no, que nuestros hijos lo tengan y en el caso de que así sea, nos preocupe o todo lo contrario. Solo en función de nuestra actitud ante esta situación, podemos sacarle partido o convertirla en un problema.
La del amigo imaginario no es más que una de las muchas fases por las que pasan los niños durante la etapa infantil. El grado de importancia que le demos puede llegar a afectar realmente a la personalidad o comportamiento del niño ya que si por ejemplo, le prohibimos que lo tenga o que nos hable de él es posible que cada vez esté más presente o lo mencione en todo momento, creando situaciones que precisamente queremos evitar.
Pero, ¿a qué edad los niños construyen su propio amigo imaginario ? Alrededor de los dos, tres años y hasta los primeros años de la escuela primaria. Crean a su amigo que puede tomar la forma de un superhéroe, una caricatura, un peluche, para interactuar con él en la transición entre la realidad y la fantasía. Entonces, ¿no es mejor asumir que es una etapa y pensar incluso que puede llegar a ser útil?.
¿Y de qué manera puede ayudar a nuestro hijo o hija tener un amigo imaginario? Pues de alguna forma le puede ser útil para interactuar con el mundo adulto, cuando puede encontrar dificultades, o para estar en compañía en cualquier momento del día, incluso cuando los padres están fuera, o en momentos en los que el niño o niña puede sentir miedo (como por ejemplo durante la noche, cuando el niño tiene miedo a la oscuridad). El amigo invisible es alguien en quien puede confiar, tranquilizar y escuchar sus necesidades.
Como decimos, los padres pueden encontrar inusual y preocuparse por la creación de este alter-ego y compañero de juegos invisible, pero el niño se da cuenta de que el amigo es fruto de la ficción, y de hecho puede ser buena idea que los propios adultos entren en el mundo del pequeño para interactuar y «fingir» con él.
También, el amigo invisible puede servir a los niños para expresar los amores, los miedos difíciles de exteriorizar, el malestar por cualquier cambio en la unidad familiar, para poner en juego las habilidades relacionales y para conocerse mejor.
Los padres más aprensivos no tienen que preocuparse y mucho menos hacer comparaciones y seguir el ejemplo de lo que pasa en otras familias, o burlarse del niño, sino ser pacientes y esperar a que se supere esta fase: de la misma manera que el amigo imaginario ha llegado de la nada, cuando el niño o niña se sienta listo, desaparecerá. Probablemente cuando el pequeño se dé cuenta de que la realidad y los amigos que acaba de conocer en la escuela son mucho más atractivos y divertidos que la fantasía.
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