Los técnicos de Urbanismo del Ayuntamiento de Palma rechazan por ruinoso el nuevo Plan General
Un informe demoledor revela la inviabilidad económica del nuevo planeamiento urbanístico
"Los errores son tan relevantes que alteran el resultado de todos los cálculos de rentabilidad para un inversor"
"No hay ningún manual de economía que excluya el tiempo para calcular las ganancias de una operación"
Varapalo del Gobierno de Sánchez al alcalde de Palma al tumbarle el nuevo plan urbanístico
Hasta los técnicos de Urbanismo del Ayuntamiento de Palma, que en teoría, tenían que haber supervisado su desarrollo y configuración, rechazan por ruinoso e inviable económicamente el nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), ya aprobado inicialmente y redactado por un despacho privado de arquitectos, al que el Ayuntamiento de Palma, presidido por el alcalde socialista, José Hila, ha pagado casi un millón de euros.
Un documento del que la coalición de socialistas, independentistas de Més y Podemos asegura que definirá la Palma del futuro eco sostenible y circular para los próximos veinte años y que, además, de estar plagado de pelotazos urbanísticos y ser inviable económicamente, está lleno de chapuzas.
Los juristas y técnicos del propio departamento municipal de Urbanismo han presentado un informe en las que advierten de la infinidad de errores grotescos que tiene el nuevo planeamiento urbano de Palma.
En concreto, el Servicio de Valoraciones y Proyectos de Urbanismo apunta que en la documentación presentada, en la versión en castellano y en catalán, existen discrepancias que inciden directamente en los cálculos de las superficies de las parcelas, acompañando esta advertencia con toda una serie errores detectados, y señalando que «es posible que existan más».
A la hora de razonar por cual de las dos versiones se decantan, y cuál de ella es errónea, apuntan que «se ha adoptado el criterio de informar la versión en castellano, por considerarla la original, al ser el equipo redactor de Andalucía y, por tanto, castellano parlante».
A estos errores de las superficies de las parcelas hay que sumar que tanto el contenido del estudio de viabilidad económica como el de sostenibilidad adolecen, según los expertos de Urbanismo, de «una falta de claridad para poder efectuar las comprobaciones de los cálculos y datos que aparecen».
Según este informe, los redactores del nuevo planeamiento «no calculan la rentabilidad económica para el promotor», que es lo exigido por la legislación estatal y autonómica, porque «obvian, en sus cálculos, el factor importante y relevante del tiempo». Es decir, «utilizan el mismo procedimiento, para calcular la viabilidad económica de la transformación de un suelo que pueda realizarse en un año, como para otro que requiere ocho».
«No se entiende por qué utilizan este procedimiento que es, a todas luces, erróneo», subraya este informe. Por ello el responsable del servicio municipal de valoraciones y proyectos denuncia que » los resultados globales de los estudios de viabilidad, con carácter general, se pueden definir como incorrectos, por no ajustarse a la legislación vigente. Además, los errores son tan relevantes que alteran el resultado de todos los cálculos de rentabilidad para el inversor privado».
Según este análisis del nuevo planeamiento urbano de la capital balear, «la metodología utilizada en los estudios de viabilidad económica carece de cualquier fundamento técnico en cálculo de rentabilidad» porque «no se conoce ningún manual de economía que diga que no hay que tener en cuenta el plazo temporal» como efectúan los redactores de la revisión urbanística.
«No es ni correcto ni objetivo, tratar con la misma metodología actuaciones urbanísticas que se pueden desarrollar en unos meses que otras que es imposible antes de cinco o seis años».
El informe municipal concluye que «sin entrar a valorar la metodología utilizada, no se entiende qué planteamiento objetivo y justificado en términos económicos, se ha tenido en cuenta para considerar rentable para un inversor, desembolsar para edificar una urbanización más de 27 millones de euros, para obtener un beneficio de apenas un un 2,95 por ciento».
«¿Alguien puede creer que se efectuara una inversión de esta cuantía para obtener este escaso beneficio? ¿Dónde está la rentabilidad? La prima de riesgo para una promoción residencial es del 8% y el beneficio ni tan siquiera la cubre», remacha este análisis del Servicio de Valoraciones de Urbanismo.