El PSOE denuncia falta de plazas de acogida en Mallorca para los sin techo con 50 más que cuando gobernaban
En total el Consell dispone de 564 en los diferentes centros sociales de alojamiento
También ha creado un recurso asistencial pionero dirigido a jóvenes de 18 a 25 años

El PSOE denuncia falta de recursos en Mallorca para las personas sin techo con 50 plazas más que cuando ellos gobernaban en el Consell de Mallorca las dos pasadas dos legislaturas en coalición con los separatistas de Més y de Podemos.
La realidad es que la institución insular gobernada ahora en coalición por PP y Vox, ha ampliado en dos años en 50 las plazas de acogida para las personas sin hogar, desde el departamento de Bienestar Social.
Un aumento recursos asistenciales para el sinhogarismo de las que 25 eran plazas que durante la pasada legislatura eran habilitadas sólo en caso y durante situaciones de emergencia, y la otra mitad, son de nuevas creación con el fin de ampliar la red de asistencia para estas personas que no tienen hogar.
Por ello desde el Consell de Mallorca, el conseller de Bienestar Social Guillermo Sánchez, ha cargado contra la «irresponsabilidad» de los socialistas por «mentir en un tema tan sensible como el sinhogarismo», y ha precisado sobre este particular, que la diferencia respecto a la pasada legislatura es que «se han incrementado plazas, recursos y programas pilotos como puede ser el de atención juvenil que no existía».
«Por tanto seguiremos reforzando equipos sociales y plazas disponibles, para que ninguna persona tenga que dormir en la calle. Pero desgraciadamente tenemos una oposición que lo único que quiere hacer es hacer una utilización política de la vulnerabilidad social»
En total el Consell dispone de 564 plazas en los diferentes servicios de alojamiento para personas sin hogar, frente a las 426 del año 2019, hecho que evidencia la apuesta decidida de la institución insular para reforzar los recursos destinados a las personas en situación de exclusión residencial.
En este sentido, el Consell a través del Instituto Mallorquín de Asuntos Sociales (IMAS) anunció el mes pasado la puesta en funcionamiento de un recurso pionero dirigido a jóvenes de entre 18 y 25 años, orientado a ofrecer alojamiento y acompañamiento profesional para facilitar procesos reales de inclusión social y laboral y evitar la cronificación de situaciones de exclusión.
También activó el plan de contingencia de inclusión social de para reforzar la atención a personas que viven en la calle durante los meses más fríos, con plazas de refuerzo en los centros de la red pública de acogida, la preparación de recursos para episodios de emergencias climáticas, así como el mantenimiento del protocolo de bajas temperaturas de la Unidad Móvil de Emergencia Social (UMES).
Además, los Presupuestos de 2026 consolidan el compromiso del Consell con unas políticas sociales basadas, según han defendido desde la institución insular, en la proximidad, la especialización y la dignificación de los espacios, con la mayor inversión en programas de inclusión y de bienestar de toda la historia. En concreto, se destinarán seis de cada diez euros a políticas sociales.
Pese a este aumento de recursos los socialistas consideran que el plan de contingencia invernal del Consell de Mallorca para atender a las personas sin hogar es un «fracaso».
«Un plan que, a pesar de los titulares y las fotografías institucionales, no da respuesta a la realidad actual, con más personas que viven en la calle que nunca y prácticamente los mismos recursos de siempre», ha alegado la portavoz adjunta del PSOE en el Consell de Mallorca, y ex consellera de Derechos Sociales, Sofía Alonso.
Alonso ha advertido que, desde hace años, el número de personas que duermen en la calle en Mallorca «no ha dejado de crecer», tanto en volumen como en «diversidad de perfiles», puesto que ahora son personas trabajadoras pobres, mujeres, jóvenes, personas mayores y personas con problemas de salud mental.
Sin mencionar en momento alguno que ella era la responsable de la atención a estas personas hasta hace dos años, Alonso asegura que «la situación es mucho más compleja que hace una década, pero el Consell aplica un protocolo casi idéntico, con una oferta de plazas estancada y sin una apuesta presupuestaria clara».