Mirar hacia otro lado… y culpar a Vox

Mirar hacia otro lado… y culpar a Vox

La inmigración no es el problema. El problema, según ellos, es Vox.

Una vez más, la jauría mediática ha saltado. En cuanto alguien se atreve a señalar los efectos devastadores de la inmigración ilegal, se activan las etiquetas de siempre: racista, xenófobo, ultra. Todo vale con tal de silenciar una realidad que cada vez más españoles sufren a diario.

Porque no, según ellos, el problema no es la inmigración irregular que delinque impunemente, ni quienes, tras cruzar nuestras fronteras, se niegan a integrarse y desprecian nuestras leyes, cultura y autoridades. El problema tampoco son los MENAs que campan a sus anchas, amparados por un sistema blando, sin consecuencias, con un concepto de autoridad completamente desactivado.

No. El verdadero problema, dicen, es Vox.

Tampoco es problema la alarmante falta de efectivos de la Guardia Civil en zonas donde la población ha crecido sin que se refuercen los medios de seguridad. Ni es problema tener un ministro del Interior sectario, incapaz y decidido a desmantelar la Guardia Civil bajo la tutela del presidente más desleal que ha tenido España, Pedro Sánchez, con la complicidad de los nacionalistas que buscan desguazar la nación.

El problema, cómo no, es Vox.

No preocupa que mafias organizadas y países como Marruecos alienten y faciliten la llegada masiva de inmigrantes ilegales a nuestras costas. Tampoco escandaliza que las leyes europeas y españolas sean inservibles para atajar esta invasión o que no se reforme el Código Penal ni la Ley de Enjuiciamiento Criminal para endurecer las penas contra quienes vienen a delinquir.

No. El problema es Vox.

Mientras tanto, los titulares se repiten: violaciones, agresiones, robos, ocupaciones, ataques a policías, destrozos al mobiliario público. Muchos protagonizados por inmigrantes ilegales de determinados orígenes. Y las comunidades solidarias, como Cataluña o el País Vasco, ya no los quieren. Ahora seleccionan a quién acogen —cuando lo hacen—, mientras exigen más dinero del Estado para financiar su chantaje permanente, para triturar España, aunque esto ya sea harina de otro costal, pero claro, de todo, absolutamente, tiene la culpa Vox y no es que Sánchez, su Gobierno, los nacionalistas, sean unos auténticos canallas y traidores.

Pero si uno denuncia esta situación, entonces se convierte en el peligro. En el ultraderechista. En el enemigo. Aunque sea evidente que lo que urge es hacer un análisis riguroso, realista y con soluciones firmes.

No. Nada de eso interesa. Lo importante es señalar a Vox.

Porque para este Gobierno, para sus aliados y para sus medios no hay delincuencia, ni inseguridad, ni ocupaciones, ni impunidad. Todo eso, simplemente, es una invención de la «extrema derecha».

Y así, mientras España arde en muchos barrios, pueblos y ciudades, mientras las fuerzas del orden son agredidas, mientras crece la inseguridad, la única reacción del Gobierno y de su entorno es mirar hacia otro lado… y culpar a Vox.

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