Ibiza vuelve a estar en alerta por lluvias una semana después del diluvio de la borrasca ex Gabrielle
La Aemet ha activado el aviso amarillo este jueves entre las 00:00 y las 14:00 horas


Una semana después del paso de la borrasca ex Gabrielle por Ibiza, la isla pitiusa vuelve a estar en alerta por lluvias. La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha activado para este jueves el aviso amarillo por unas precipitaciones que vendrán acompañadas de cielos cubiertos y vientos del noreste.
El aviso estará activo entre las 00:00 y las 14:00 horas de este jueves. La previsión de la Aemet es que caigan alrededor de 20 litros por metro cuadrado en tan sólo una hora, con un acumulado de 60 litros por metro cuadrado en 12 horas.
⚠️ Tornen els avisos per pluges.
🟡 Dijous pot ploure amb intensitat a Eivissa.
Atenció a les informacions i actualitzacions: https://t.co/b4Y0ET02hL
— Consell d’Eivissa (@Consell_Eivissa) October 7, 2025
Cabe recordar que la semana pasada la borrasca ex Gabrielle dejó más de 300 litros por metro cuadrado en algunas zonas de la isla y multitud de incidentes que obligaron a actuar a la Guardia Civil, la Unidad Militar de Emergencias (UME) o hasta al Ejército de Tierra.
La Benemérita tuvo que llevar a cabo numerosos rescates en Ibiza debido a las intensas lluvias. En total, fueron 148 las personas rescatadas y además se practicaron 59 auxilios en vehículos y viviendas de la isla.
Es por ello que el pasado sábado el pleno del Ayuntamiento de Ibiza aprobó solicitar al Consejo de Ministros la declaración del término municipal de Ibiza como zona afectada gravemente por una emergencia de protección civil, a raíz de los graves daños ocasionados por el diluvio.
Y es que según el meteorólogo Miquel Salamanca (IB3 Televisió), «los 232mm caídos hoy en Ibiza son el registro más importante recogido en la isla desde el 15 de noviembre de 1985 (entonces cayeron 281 en Santa Eulària)»..
La avenida de Santa Eulària fue uno de los puntos más afectados. Durante varias horas, la fuerza del agua borró cualquier diferencia entre la calzada, el paseo y el propio mar, generando auténticas escenas de caos. Algunos vehículos, desorientados por la falta de visibilidad, llegaron a circular sin rumbo claro y estuvieron a punto de acabar sumergidos.