juicio en palma

Un hombre niega haber abusado de una menor tutelada, hija de su ex mujer, en Mallorca

La Fiscalía le acusa de haber besado a la menor y haberle realizado tocamientos dentro de un coche

La niña, que tenía 14 años en el momento de los hechos, había convivido con el hombre desde los siete años

Un hombre niega haber abusado de una menor tutelada, hija de su ex mujer, en Mallorca
El hombre acusado de abusos sexuales a la hija de su ex, en el juicio. EUROPA PRESS

Un hombre de 42 años ha negado este jueves haber abusado sexualmente de una menor tutelada, hija de su ex mujer durante una salida autorizada del centro donde residía. «La quería como a una hija», ha declarado el acusado, durante el juicio celebrado en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial.

Las acusaciones sitúan los hechos el 13 de noviembre de 2021 y el hombre fue detenido el 7 de diciembre de ese mismo año. La Fiscalía le acusa de haber besado a la menor y haberle realizado tocamientos dentro de un coche en el parking de un centro comercial.

La menor, que tenía 14 años en el momento de los hechos, había convivido con el hombre desde los siete años, por lo que tenía un vínculo casi paterno con él y por ello se había autorizado la salida.

La fiscal pide una pena de cinco años de cárcel y una indemnización de 6.000 euros, así como una orden de alejamiento por seis años -en los que no podría comunicarse con la víctima por ninguna vía- y la inhabilitación para el ejercicio de actividades que conlleven contacto con menores durante cinco años.

El acusado, que sólo ha respondido a las preguntas del fiscal, ha explicado que tras romper la relación sentimental con la madre, su relación con la joven seguía siendo buena, y que procuraba visitarla con frecuencia en el centro de menores. La menor había quedado bajo la tutela del Instituto Mallorquín de Asuntos Sociales (IMAS) tras un episodio grave con su madre, que no aceptaba su orientación sexual.

El hombre ha mantenido que el día de los hechos se llevó de compras a la menor y fueron a un centro comercial con la intención de ir al cine. Sin embargo, la sesión era muy tarde y como la chica tenía hora límite de vuelta el centro de menores, decidieron ver una película en el televisor del coche, estacionado en el parking del centro.

El acusado ha negado que ocurriera ningún tipo de abuso, limitándose a explicar que cuando llegó el momento de irse el coche no arrancaba y tuvieron que llamar al centro de menores para que recogieran a la adolescente, según informa Europa Press.

El hombre también ha deslizado que a la menor le pudo molestar algo que le dijo con la intención de que se reconciliara con su madre. El acusado ha explicado que él iba a marcharse al extranjero y estaba «preocupado» porque la menor se quedaría «sola».

Mientras, la trabajadora que fue a recoger a la menor al centro comercial ha indicado que todo parecía normal hasta que, durante la conversación por el camino, hizo un comentario que desató el llanto de la víctima: «Le dije parece muy buena persona [el acusado], y ahí ella empezó a llorar, a mirar por todos lados, empecé a verla muy agitada».

La trabajadora le ofreció parar el vehículo pero la menor no quiso. «No paraba de llorar», ha recordado la integradora social. Una vez en el centro de menores, la víctima habló con los educadores y llamaron a la Policía. Después formalizaron la denuncia en comisaría.

«No tendría sentido que se inventara una denuncia»

Por su parte, la terapeuta que ha tratado a la menor ha remarcado el valor que tenía para la víctima la relación con su padrastro, dado que la adolescente «no tenía a nadie más» y él era el único adulto con el que le autorizaban salidas del centro de menores: «Era su salvavidas». Por ello, cree que no tendría sentido que se inventara una denuncia contra él porque salía perdiendo.

Esta terapeuta ha constatado el grave impacto sobre la salud mental de la víctima desde aquel día, con un empeoramiento de síntomas asociados a episodios de abusos sexuales previos por parte de otro familiar en Marruecos a muy temprana edad. La víctima «viene de una historia familiar con mucha violencia» y eso ha hecho «difícil» el proceso porque abordar este episodio en Mallorca ha supuesto «revictimizarla».

Precisamente por ese motivo la denunciante no ha prestado declaración en el juicio sino que su testimonio se ha introducido documentalmente como prueba preconstituida, decisión que ha tratado de combatir la defensa.

Además, al informe psicológico avalando la credibilidad de la víctima, la defensa ha presentado un contrainforme de una experta que cuestiona que se aplicaran correctamente los protocolos.

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