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El Govern reabrirá las canteras de Establiments en Palma, que aumentarán el tráfico en 100 camiones al día

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Indalecio Ribelles
  • Indalecio Ribelles
  • Redactor OKDIARIO en Baleares, información local de Palma, social y política en general. Antes, redactor en EL MUNDO/ Baleares durante 20 años.

Después de 20 años de su clausura por parte del Ayuntamiento de Palma debido a las molestias que generaban a los más de 5.000 vecinos de la localidad palmesana de Establiments, el Govern balear que preside la socialista Francina Armengol ha dado el visto bueno a la reapertura de las canteras de Sa Garrigueta Rassa y de Can Rosselló.

Curiosamente, ha sido la Comisión balear de Medio Ambiente, liderada y gestionada por los independentistas y ecologistas de Més, con los altos cargos Antoni Alorda y Biel Barceló al frente, los que han avalado la declaración de impacto ambiental favorable de esta explotación del proyecto presentado por la compañía Terral Holding 2005 S.L.

El concesionario presentó un plan de reforestación que para concretarse precisa de la explotación de una parte de la montaña, rebajando el macizo central de la misma, cuya desolada ladera es visible desde todos los puntos de la geografía urbana de la capital balear y que fue rechazado por los vecinos de la zona, que han recogido más de 4.000 firmas contra su reapertura.

No sólo por las molestias, ruidos, polvo y contaminación que supondrá retomar la actividad una vez que el proyecto sea rubricado finalmente por la Dirección General de Industria, sino por el colapso viario que provocará en la única carretera de acceso al barrio rural palmesano de Establiments.

Se trata de una calzada que no supera los 5,30 metros, con un tránsito intensivo de vehículos de vecinos de Establiments y de otras poblaciones del entorno, que usan este vial para acceder a Palma. Pues bien, según el proyecto avalado por los independentistas de Més, una vez que se retome la actividad de 7.00 a 19.00 horas, la previsión es que haya un tránsito de 10 camiones a la hora, lo que supone 120 vehículos diarios de 20 toneladas por la citada carretera Ma-1041, que comunica Palma con Puigpunyent.

De hecho, en el informe de mayo pasado del Servicio de Explotación y Conservación de la dirección general de Infraestructuras, obviado por la Comisión balear de Medio Ambiente, se indica claramente que «la restauración de las canteras provocará un aumento de tráfico pesado en la zona, con el consiguiente empeoramiento de la circulación, ruidos y contaminación, provocando molestias adicionales a los vecinos y disminución en la calidad de vida de la zona».

En este informe de impacto ambiental, el Ejecutivo balear sólo insta al concesionario a evitar el horario de entrada y salida escolar y a limitar el tráfico de camiones entre las 9.30 y las 13.00 horas y entre las 15.00 y las 18.00 horas, pero sin fijar mecanismo de vigilancia alguno al respecto.

Y ello pese a que desde la Dirección General de Tráfico (DGT) la conclusión sobre el colapso viario que se producirá es más que evidente: «Con esta estimación de cifras (un camión cada cuatro minutos, durante 10 horas continuadas por día), es evidente que se generaría un riesgo para la seguridad vial en la Ma-1041, por una simple cuestión de proporcionalidad. A mayor tránsito de vehículos, mayor riesgo de siniestralidad».

Pese a la evidencia de estos informes sobre los perjuicios que la reapertura de estas dos canteras tendrá para la zona, el Govern de Armengol avala, en primera instancia y a falta del visto bueno de Industria, la vuelta de la actividad. Las condiciones que tendrá que cumplir el concesionario es que el uso de voladuras y material explosivo, debido a los impactos ambientales y socioeconómicos que puede provocar (ruidos, vibraciones, pérdida de calidad de vida de los vecindarios…), estará prohibido durante todo el período que se ejecute este proyecto de restauración.

En el proyecto (subdivisión de los bancales superiores) sólo se realizarán las actuaciones necesarias para estabilizar los taludes actuales (con las extracciones mínimas necesarias para conseguirlo), que se tendrán que complementar con la creación de cavidades, pequeñas depresiones y controles de herbívoros para que así se puedan habilitar biotopos favorables para que crezca la vegetación o que se puedan revegetar.

Esta vegetación con los años «apantallará y minimizará el impacto visual» existente que genera la cresta de la cantera. Por eso, también, se considera necesario mantener la vegetación que hay actualmente que ha colonizado los taludes de forma natural. Esta condición ambiental se emite a fin de preservar los 5.850 metros cuadrados del área protegida de masa forestal (ANEI) de la zona.

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