Análisis (I)

La educación primaria en Baleares: un modelo mediocre que ha liquidado la igualdad de oportunidades

Los estudiantes de las Islas se situaron en el furgón de cola de los países de la OCDE que participaron en la prueba TIMSS 2023

Fueron penúltimos en matemáticas y antepenúltimos en ciencias, a una distancia considerable del resto de regiones

El modelo educativo balear es clasista: los resultados académicos dependen del nivel socioeconómico y cultural de las familias

educación baleares
Los consellers de Educación Antoni Vera (PP) y Martí March (PSOE).

La educación primaria de las Islas Baleares se puso por primera vez a prueba al participar en las pruebas TIMSS 2023 por primera vez en su historia. El Estudio Internacional de Tendencias en Matemáticas y Ciencias (TIMSS) evalúa periódicamente el nivel de matemáticas y ciencias de los niños de diez años escolarizados en cuarto curso de educación primaria.

Los estudiantes de las Islas se situaron en el furgón de cola de todos los países de la OCDE que participaron en la prueba TIMSS 2023, penúltimos en matemáticas y antepenúltimos en ciencias, a una distancia considerable del resto de autonomías españolas. No sólo tenemos el dudoso honor de ser el farolillo rojo de toda España, sino que además nos situamos entre los tres últimos de todos los países de la OCDE evaluados.

Si evaluamos la distribución de resultados de TIMSS 2023 observamos cómo en matemáticas el 17,8% de los alumnos de Baleares tienen un nivel muy bajo, un 32,8% bajo, un 33,4% intermedio, sólo un 14,8% alto y apenas un 1,2% avanzado. En ciencias, un 12,9% tiene un nivel muy bajo, un 29,4% un nivel bajo, un 38,4% intermedio, sólo un 17,2% un nivel alto y apenas un 2% un nivel avanzado.

Los resultados de matemáticas de TIMSS 2023 concluyen que el 50,6% de los alumnos de diez años de Baleares tienen un nivel bajo o muy bajo, datos que concuerdan bastante bien con los obtenidos por las pruebas de diagnóstico a mitad de ciclo realizadas en mayo de 2024 por el IAQSE, el instituto de investigación educativa de la Conselleria de Educación, para los estudiantes de esta misma edad.

En efecto, algo más de la mitad de los alumnos de esta edad, el 53%, no alcanzó las competencias mínimas en matemáticas. La comparativa de ambas rendiciones de cuentas objetivas y externas, pruebas de diagnóstico del IAQSE para toda la población y pruebas muestrales TIMSS 2023, nos lleva a una conclusión bastante fidedigna: la mitad de los niños de diez años de Baleares no alcanza los estándares mínimos requeridos en matemáticas.

Se demuestra también que un modelo que supuestamente apuesta por la equidad y huye por contraste de la excelencia académica, termina convirtiéndose en un modelo que no es para nada excelente pero tampoco equitativo.

Más preocupante resulta todavía otro parámetro que analiza TIMSS 2023, la llamada «resiliencia académica». La investigación educativa define la resiliencia académica como la capacidad del alumnado que, a pesar de enfrentar contextos adversos, como serían condiciones socioeconómicas desfavorables, logra alcanzar un rendimiento académico superior al promedio.

En este sentido, los resultados de TIMSS 2023 son devastadores para el sistema educativo balear. Sólo el 5% de los alumnos de diez años en un contexto desfavorecido socioeconómicamente logra superar la media en matemáticas. Uno de cada veinte alumnos. En ciencias, sólo el 7% de los alumnos baleares que parten de un entorno adverso supera la media. Baleares, lógicamente, ocupa el último lugar entre las autonomías españolas.

Cataluña, por señalar un modelo fracasado cuyas políticas educativas de inmersión y de renovación pedagógica Baleares ha emulado en la última década, nos supera en cuanto a alumno resiliente: un 6% en matemáticas y un 10% en Cataluña. El relato propagandístico de los políticos de vendernos «modelos escolares de éxito» se compadece poco con la cruda realidad de los datos.

La conclusión es obvia: el modelo educativo balear es un modelo extraordinariamente clasista donde los resultados académicos dependen como en ningún otro país de la OCDE del nivel socioeconómico y cultural de las familias. Un modelo contrario a la igualdad de oportunidades, incapaz de neutralizar las desigualdades de origen de nacimiento, nada equitativo por lo tanto y que, por otro lado, no presente ningún atisbo de excelencia dado el casi nulo porcentaje de alumnos que se sitúan en los niveles más avanzados. El modelo de la educación primaria balear es un fiasco en términos de equidad pero también en excelencia.

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