Cuatro madres de Baleares se suman a la denuncia contra Armengol por no ofrecer clases en español

Cuatro madres de alumnos se suman a la presentación de demandas ante el Tribunal Superior de Justicia de Baleares contra el Govern de Baleares que preside la socialista Francina Armengol por no ofrecer a su hijos enseñanza en español y practicar la inmersión lingüística. Estas nuevas demandas judiciales llegan después de la presentada este miércoles por la Asociación Hablamos Español en nombre de Salvador, un padre residente en Mallorca que tiene a su hija estudiando Secundaria en un instituto en el que todas las asignaturas se imparten en catalán.

Las cuatro madres que ahora han decidido acudir también a la Justicia ya han agotado la vía administrativa que marca el protocolo a seguir y donde el primer paso es presentar una solicitud al director del instituto para que sus hijos reciban al menos el 25% de las horas lectivas en español, dando así cumplimiento a las diversas sentencias del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, el Tribunal Supremo y el Tribunal Constitucional.

Una vez obtenida la negativa de los directores de los centros docentes a modificar el modelo lingüístico, como ha sucedido en todos los casos, los padres deben acudir a la Conselleria de Educación que preside el socialista Martí March para presentar la misma solicitud.

En todos los casos la Conselleria de Educación ha denegado la petición de las madres alegando que se debe cumplir la normativa vigente sobre la lengua en los centro de enseñanza.

En Baleares la práctica totalidad de los institutos y colegios públicos aplican la inmersión lingüística y ofrecen todas las asignaturas en catalán. Tras agotar la vía administrativa sin conseguir que sus hijos reciban clases en español, las cuatro madres han decidido presentar el contencioso administrativo ante el Tribunal Superior de Justicia de Baleares.

A fecha de hoy ya han presentado la solicitud para que sus hijos reciban enseñanza en español 135 familias por vía administrativa, ante el director del instituto o de la Conselleria de Educación mientras más de 300 se han interesado por la campaña que realizan Sociedad Civil Balear y la asociación de profesores Plis para facilitar a los padres la tramitación de esta exigencia.

Las 135 solicitudes se encuentran en diferentes fases de tramitación. Según explicó recientemente en este medio Tomeu Verga, presidente de Sociedad Civil Balear, el primer paso que deben cumplimentar los padres es presentar formalmente una petición al director instituto o colegio para que sus hijos reciban al menos el 25% de las clases en español, tal como marcan las diversas sentencias judiciales del Tribunal Supremo, el Constitucional y el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña.

Desde hace unos meses Sociedad Civil Balear y la asociación de profesores Plis desarrollan una campaña en las puertas de los institutos donde informan a los padres del derecho que tienen a que sus hijos reciban al menos el 25% de las horas lectivas en español. Las dos entidades, además, se ofrecen a los padres para ayudarles a cumplimentar las solicitudes y, llegado el caso, preparar el contencioso administrativo y presentarlo ante el Tribunal Superior de Justicia de Baleares.

Cabe recordar que la Ley de Educación de Baleares impulsada por el Govern de izquierdas que lidera Francina Armengol no contempla el español como lengua vehicular de la enseñanza en las Isla.

Como ya se ha informado, el primer padre en dar el paso de acudir al Tribunal Superior de Justicia de Baleares ha sido Salvador y lo ha hecho por medio de la Asociación Hablamos Español.

En una entrevista con OKDIARIO, Salvador explicaba que su hija está en tercero de la ESO en un instituto de Mallorca. Contaba que «es una joven aplicada y que se preocupa por sus estudios que lo está pasando mal por culpa de la inmersión lingüística». Aunque nació en la isla y es mallorquina, cursó la mayor parte de primaria en Chicago, Illinois, donde podía escoger entre español o inglés para hacer deberes o responder a los exámenes. Sin embargo, cuando volvió a Mallorca para estudiar la secundaria, se topó con la barrera de la inmersión lingüística.

«El primer año de la ESO, mi hija se lo pasó llorando todos los días, porque no entendía lo que le explicaban» relataba Salvador a este medio.