Claudia, vecina del ruidoso barrio de Santa Catalina de Palma: «Si no arreglan esto, no sé qué pasará»
"El otro día cuatro chicas metiéndose rayas de coca en el capó de un coche, se mean... no se puede dormir"
La asociación Barrio Cívico exige de nuevo al alcalde Hila que cancele la celebración de la fiesta LGTBI en el parque de Sa Feixina
"El ruido es una agresión que no estamos obligados a sufrir y nadie ha tenido en cuenta nuestras necesidades"
Un vecino del ruidoso barrio de Santa Catalina de Palma: «La zona está dejada de la mano de Dios»
Los vecinos del barrio de Santa Catalina están pasando otro fin de semana calcado al pasado, con cientos de personas que se dan cita hasta altas horas de la madrugada en los múltiples locales de ocio nocturno, bares, restaurantes, terrazas y clubs nocturnos de calles como Sant Magí, Fábrica o plaza del Vapor.
Claudia reside precisamente en la primera de estas calzadas y deja claro que «no se puede estar aquí». «No se puede dormir, se mean por todo y el otro día salí al balcón y había tres o cuatro chicas haciéndose rayas de coca encima del capó del coche y no lo pude grabar porque me quedé sin batería», asegura esta vecina de la zona.
«Peleas, un desastre, que lo digan los vecinos, aquí no se puede dormir. Tendría que haber más policías, más limpieza, de todo, si no arreglan esto no sé lo que va a pasar», sentencia Claudia desesperada, como tantos vecinos de la zona ante la pasividad del gobierno municipal que dirige el alcalde socialista José Hila ante los desmanes nocturnos que se viven cada fin de semana en el barrio.
Algo que parece no preocupar en exceso a un gobierno municipal de socialistas, independentistas de Més y Podemos, que el próximo mes de junio ha organizado la semana del Orgullo LGTBI con toda clase de actividades en la plaza del barrio, Sa Feixina.
Un evento rechazado por la asociación de vecinos Barrio Cívico de Santa Catalina porque «serán siete días seguidos de ruido durante muchas horas todos los días (de seis tarde hasta la una de la noche), más que probables excesos alcohólicos y la suciedad correspondiente a este tipo de eventos masivos, cualquiera que sea la razón».
Y es que para esta entidad, «el ruido es una agresión que no estamos obligados a sufrir y nadie ha tenido en cuenta nuestras necesidades y nuestra opinión, ya que somos el colectivo que recibirá todas las consecuencias de las actividades y ni se nos ha consultado, ni siquiera se nos ha informado».
Por todo ello, la asociación Barrio Cívico de Santa Catalina pide otra vez que el alcalde Hila «reconsidere la celebración de este evento, de forma que no resulte, otra vez y desde hace más de diez años, lesiva para los derechos de unos vecinos que sufrimos a diario ruido y ocupación del espacio público».