Los cinco diputados rebeldes de Vox se desmarcan del partido y crean nuevos perfiles en redes sociales
Bajo la marca 'Grupo Parlamentario Vox en Baleares', prescinden del color verde de la formación de Abascal
El presidente del Parlament de Vox traslada a la Mesa de la Cámara que han sido suspendidos de militancia
Los cinco diputados rebeldes de Vox se desmarcan del partido y crean nuevos perfiles en redes sociales, el mismo día en que el aún presidente del Parlament de Vox, Gabriel Le Senne, ha registrado un escrito en la Cámara balear anunciando que han sido suspendidos de militancia por parte de la formación de Santiago Abascal.
Los cinco diputados díscolos del Grupo Parlamentario Vox, Idoia Ribas, Sergio Rodríguez, Agustín Buades, Manuela Cañadas y María José Verdú, que se mantienen al frente de esta formación en la Cámara, han dado un paso más en su desafío a la dirección nacional y han creado nuevos perfiles en redes sociales, desmarcándose de este modo de los perfiles y de la imagen oficial del partido.
Bajo la marca Grupo Parlamentario Vox en Baleares, la imagen prescinde del clásico color verde de la formación de Santiago Abascal y tampoco emplea logo alguno, aunque mantienen la bandera de España en la nueva marca.
Los cinco diputados, cuyo expediente de expulsión ya está en marcha, están presentes en Telegram y Whatsapp y tienen perfiles también en Twitter, Facebook, Instagram y Youtube.
Los perfiles están presididos por una imagen de los cinco parlamentarios en el edificio de los grupos, de la calle Palau Reial.
Por su parte, el presidente del Parlament, que junto a la presidenta de Vox en Baleares y diputada Patricia de las Heras han sido expulsados por los diputados rebeldes del grupo parlamentario, ha registrado un escrito anunciando la suspensión temporal de militancia de aquellos. Lo acredita adjuntando un certificado firmado por el secretario del comité de garantías con fecha de 31 de enero.
El certificado señala que la suspensión se debe al incumplimiento de las directrices del órgano de dirección del partido, tal y como anunció el secretario general de Vox, Ignacio Garriga el pasado lunes, nada más estallar la crisis interna de la formación.
Dicha suspensión tiene vigencia desde este miércoles, cuando se notificó el expediente a los afectados, que ya han anunciado que presentarán alegaciones.
La decisión se basa en la expulsión de Le Senne y de la presidenta del partido en Baleares, Patricia de las Heras, del grupo parlamentario, realizada «sin consultar a los órganos competentes de la dirección nacional».
En su comunicación a la Mesa, Le Senne recuerda que tanto él como De las Heras presentaron sendos escritos oponiéndose a su expulsión del grupo. Como motivos argumentaron que aunque el reglamento sólo exige que el grupo acredite que la decisión fue acordada por mayoría absoluta de sus miembros, ello «no se debe interpretar como un requisito cuantitativo» sino que, a su juicio, requeriría de mayor motivación.
Le Senne recuerda que le habían intentado forzar a firmar la dimisión
Las alegaciones de los dos expulsados del grupo apelan a la Ley de Régimen Jurídico del Sector Público por tratarse de un acuerdo de grupo parlamentario «con trascendencia en la actividad de la institución cameral». Así, alertaron de que los cinco díscolos habrían utilizado «de forma fraudulenta e interesada» el reglamento del Parlament, y que si se tramitan automáticamente, la Cámara «estaría dando pábula y cobertura a un acuerdo contrario a derecho y nulo».
Le Senne apuntaba, asimismo, que sus ya excompañeros de partido le habían intentado forzar a firmar un escrito de dimisión preparado por ellos, «algo que cuanto menos puede rozar la coacción». Las alegaciones también remiten al espíritu con el que se hizo la reforma del Reglamento en 2019 para solventar situaciones como la de Xelo Huertas, puesto que en este caso son los diputados suspendidos de militancia quienes conservan el grupo y la marca del partido.
Con esta fundamentación jurídica, Le Senne solicitó este miércoles una serie de informes y logró el apoyo del resto de la Mesa (PP y PSIB) para dejar en suspenso su expulsión del Grupo Parlamentario Vox, que de otro modo implicaría su cese automático como presidente.
El registro del escrito de suspensión de militancia presentado por Le Senne se produce el día antes de que la Mesa del Parlament se reúna mañana para, entre otras cuestiones, debatir si así se acuerda la admisión a trámite de la propuesta presentada por los independentistas de Més con el fin de modificar el reglamento de la Cámara, y que ninguno de los cinco diputados rebeldes pueda presidir el Parlament balear.
La iniciativa plantea que cuando los diputados abandonen la formación política con la que se presentaron a las elecciones, la Mesa pueda actuar para que pasen a ser diputados no adscritos.
El texto planteado replica lo que ya establece la Ley de Bases de Régimen Local para los ayuntamientos. Le Senne se mantiene de momento en el cargo a la espera de los informes jurídicos solicitados, tal y como acordó por unanimidad la Mesa del Parlament este pasado miércoles.