ASIMA entrega las donaciones de alimentos y juguetes de la campaña ‘Polígonos Solidarios 2024’

El hangar del Antiguo Parque de Bomberos ASIMA ha acogido esta mañana la entrega de las donaciones de la campaña ‘Polígonos Solidarios 2024’, organizada por la Asociación de Industriales de Mallorca (ASIMA). Una iniciativa que se puso en marcha en 2013 a través de Fundación ASIMA con el fin de recoger productos de primera necesidad y juguetes a beneficio de entidades sociales mallorquinas que trabajan con colectivos vulnerables.

«Para Fundación ASIMA, ésta es una de las principales acciones del año. Nuestros asociados están muy sensibilizados con la campaña Polígonos Solidarios y año tras año hacen posible que aportemos nuestro granito de arena a favor de entidades que trabajan con personas en situación de vulnerabilidad social. Somos conscientes de la impagable labor social que realizan durante todo el año y queremos de alguna manera mostrarles nuestro apoyo y sumarnos a cada una de sus causas», explica Francisco Martorell, presidente de ASIMA, quien junto a Toni Monjo, director de ASIMA, se ha encargado de recibir a los representantes de las distintas entidades para hacerles entrega de alimentos y juguetes.

En su XII edición, Polígonos Solidarios ha contado con la participación de un total de 43 empresas de los polígonos Can Valero y Son Castelló, que han aportado tanto alimentos y productos de limpieza e higiene personal como juguetes, detalla ASIMA en un comunicado. Todas las donaciones recibidas se han repartido entre nueve entidades sociales y atendiendo a las necesidades de cada una de ellas: Cáritas Mallorca, Asociación Jovent-Club Esplai Jovent, Mallorca Sense Fam, Fundació Natzaret, Fundación Patronato Obrero, Es Refugi, Avaso, SOS Mamás y Asociación Iglesia Evangelista.

«Tenemos una entidad beneficiaria más, Fundació Natzaret, que este año ha celebrado su centenario y cuyo trabajo se centra en la atención y educación de menores tutelados y jóvenes ex tutelados. Para ellos, hemos preparado varios lotes de juguetes educativos para cada uno de sus hogares», señala Martorell.

Arroz, legumbres, leche, azúcar, alimentos infantiles, pañales… Han sido muchas y cuantiosas las donaciones de productos de primera necesidad que a lo largo de estas semanas han ido llegando al Antiguo Parque de Bomberos ASIMA. «Aunque en el mes de noviembre organizamos una recogida de material para Valencia y llenamos un contenedor de 16 metros, no nos podemos quejar porque han sido muchas las donaciones, especialmente de alimentos básicos no perecederos», asegura el presidente de ASIMA.

Unas donaciones que, unas veces han llegado directamente al Antiguo Parque de Bomberos ASIMA y, en otras, ha sido el personal de la propia entidad el que se ha encargado de recogerlas en las sedes de las distintas empresas participantes.

«La empresa Sánchez Alimentación nos ha cedido una furgoneta para que pudiéramos ir recogiendo las generosas donaciones de las empresas. En ASIMA somos un equipo pequeño, pero todo el mundo se ha volcado en la campaña para poder tener todo a punto para la entrega de hoy», destaca Martorell.

Si bien el principal objetivo de esta iniciativa es recoger productos de primera necesidad que ayuden a cubrir las necesidades básicas de las familias y personas que atienden las nueve entidades beneficiarias, la campaña también incluye la recogida de juguetes.

«En estas fechas, todos los niños tienen la ilusión de recibir su regalo de Papá Noel o de Reyes Magos. Y este año, como novedad, hemos pedido prioritariamente donaciones de juguetes nuevos, ya que creemos que los más pequeños de la casa, independientemente de la situación económica de sus familias, se merecen poder estrenar ese juguete o juego educativo que reciben», argumenta el presidente de ASIMA, quien añade que desde Fundación ASIMA se han aportado 3.000 euros para la compra de juguetes.

En cuanto a las donaciones de juguetes de segunda mano, se destinarán al taller de recuperación de juguetes de Cáritas Mallorca, una iniciativa de economía solidaria que persigue una doble vertiente. Por un lado, posibilita que personas en situación o riesgo de exclusión social puedan iniciar un proceso de inserción laboral; y, por otro, se les da una segunda vida a juguetes que ya han disfrutado otros niños, contribuyendo así al cuidado del medio ambiente.