Teresa Rodríguez no quiere volver a ser profesora: recurrirá al TC su expulsión de Adelante Andalucía

Teresa Rodríguez, líder de Anticapitalistas.
Teresa Rodríguez, líder de Anticapitalistas.

Pese a que Teresa Rodríguez ha dicho siempre, por activa y por pasiva, que cuando dejara la política volvería a su puesto como profesora de instituto, lo cierto es que ni cuando se fue de Podemos, ni cuando ahora la han expulsado de Adelante Andalucía ha dado muestras de querer abandonar la vida pública. Más bien todo lo contrario. Tras la ‘patada’ de Podemos e IU -con la colaboración de Vox y Cs-, la ahora líder de Anticapitalistas -tercera camiseta política que viste- ha asegurado que recurrirá ante el Tribunal Constitucional su expulsión y la de sus diputados afines, que consideran propia de un Parlamento «bananero».

Todos ellos, tal y como venían advirtiendo y finalmente harán, presentarán un recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional (TC) contra una decisión que consideran más propia de un Parlamento «bananero».

Así lo ha trasladado, en una atención a los medios, la diputada de Adelante Maribel Mora, que ha ejercido como portavoz del colectivo de diputados expulsados pese a que ella no es inicialmente una de las que sale del grupo, si bien considera que la expulsión de esos nueve compañeros –entre quienes figura quien era la presidenta del grupo, Teresa Rodríguez– constituye «un escándalo sin precedentes en la historia del parlamentarismo andaluz».

«Va a quedar como una mancha y una vergüenza de la historia de nuestro parlamentarismo», según ha enfatizado Maribel Mora, que hasta este miércoles era representante de Adelante en la Mesa, si bien ha sido «destituida» de ese cargo como «consecuencia» de estas expulsiones, según ha confirmado ella misma.

La parlamentaria ha aseverado que la Mesa ha decidido «en contra de todos los criterios jurídicos legales y la jurisprudencia que hay al respecto del Tribunal Constitucional», algo que «ha dejado absolutamente claro el informe de los servicios jurídicos de la Cámara, y que además el Letrado Mayor ha dicho de manera verbal una y otra vez», según ha abundado.

Ha indicado que «no existía absolutamente ninguna duda jurídica de que no era posible legalmente la expulsión de los nueve compañeros del grupo parlamentario», y ha criticado que se haya esgrimido el Pacto Antitransfuguismo recientemente renovado a nivel nacional para avalar esta decisión cuando éste «aún no se ha aprobado», así como «no puede tener efectos retroactivos» y el «concepto de tránsfuga es uno de los objetos de debate que aún no está cerrado».

Mora se ha mostrado segura de que el TC, al que sus compañeros expulsados van a «acudir de manera inmediata», va a «poner en tela de juicio la calidad democrática de este Parlamento, que ha actuado en el día de hoy como un auténtico Parlamento bananero que actúa con criterios políticos por encima de la ley».

También se ha mostrado esperanzada en que el Tribunal Constitucional pueda «dictar medidas cautelares, esperemos que en poco tiempo, en caso de que se estimen» a solicitud de los diputados expulsados en su recurso de amparo, y en ese caso los parlamentarios «serían reincorporados de nuevo» al grupo, según ha continuado.

Escaños ¿robados?

Maribel Mora ha sostenido que lo que ha ocurrido este miércoles ha sido «robarle los escaños» a los nueve diputados expulsados «con criterios políticos y no técnicos», cuando la Mesa del Parlamento es «un órgano técnico del Parlamento».

Ha agregado además que el informe de los servicios jurídicos de la Cámara elaborado sobre esta cuestión «constataba que es como un castigo» adoptar estas expulsiones, y «supone además una vulneración del derecho fundamental de representación establecido en la Constitución por no poderlo ejercer en condiciones de igualdad».

Ha alertado así de que a sus compañeros expulsados se les «retira» ahora «absolutamente toda la posibilidad de tener asistencia parlamentaria», y «ni siquiera tienen un sitio donde poder trabajar» en la Cámara.

Por otro lado, preguntada sobre qué va a hacer ella personalmente, toda vez que no ha sido expulsada del grupo de Adelante pero rechaza lo que ha sucedido con sus compañeros, ha respondido que ella no va a tomar «decisiones en caliente», aunque se ha reiterado en que la solicitud que canalizó la portavoz parlamentaria de la confluencia, Inmaculada Nieto (IU), para esas expulsiones es «una injusticia absoluta», además de algo «absolutamente ilegal y antidemocrático».

Ha señalado que es un claro «ejemplo de falta de democracia absoluta», de «utilización del poder y los tejemanejes del poder por encima de la ley», y ha lamentado que, por parte de Podemos, «entramos en política precisamente queriendo hacer una política diferente a los de los partidos del régimen» y lo que ha visto ha sido «una forma de actuación exactamente igual que lo que venimos a luchar y a acabar».

Por su parte, la diputada de Adelante María García, que no ha sido expulsada tampoco pero se alinea con sus ya excompañeros de grupo, ha apuntado en esa atención a medios que tomará una decisión sobre su situación personal tras analizarlo «colectivamente» junto con Maribel Mora y los nueve diputados expulsados.

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