Sevilla

Sevillanos, hoteleros, agencias de viajes… rechazo unánime a pagar por entrar en la plaza de España

El plan del Ayuntamiento para cerrar el espacio público y cobrar entrada a los turistas no convence a nadie

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David García de Lomana

La propuesta del alcalde de Sevilla, José Luis Sanz (PP), que contempla perimetrar la plaza de España para cobrar entrada a los turistas ha provocado el rechazo de sevillanos, hoteleros, agencias de viajes, sindicatos, Gobierno, oposición… Por distintos motivos, pero con una idea común: pagar por visitar este histórico emplazamiento de la ciudad perjudica al vecino de Sevilla y espanta el turismo. Y la gran mayoría coinciden en el plan alternativo: implantar una tasa turística.

Sanz defiende que su plan servirá para «financiar su conservación» y «mantener un servicio de vigilancia y control 24 horas 365 días al año» en la plaza, que «todos los fines de semana sufre actos vandálicos». Además, este lunes se ha marcado como objetivo que la plaza de España «llegue en perfectas condiciones para ser la gran estrella de la conmemoración de la Exposición Universal de 1929». «Es imposible mantener el patrimonio histórico que tiene la ciudad con el IBI que pagan los sevillanos», ha añadido. Recordemos que los empadronados en Sevilla y los nacidos en la capital y en la provincia estarían exentos de pagar dicha entrada.

«El problema, José Luis, no es que sea gratis, el problema es que si estoy paseando por el parque María Luisa y tengo que esperar una cola (aunque sea gratis) para poder entrar, seguramente no entre. Y eso es perder un sitio para el sevillano», señalaba un vecino de la capital hispalense en sus redes sociales. «En la mayoría de los países del mundo las plazas públicas son eso, públicas», replicaba otra usuaria.

Las críticas también llegan desde la Asociación de Hoteles de Sevilla y Provincia. Su presidente, Manuel Cormax, ha rechazado el planteamiento del gobierno local y ha apuntado a otras fórmulas para financiar el mantenimiento de la plaza, como el traspaso de recursos «excedentarios» del Alcázar o la reversión de las tasas aplicadas a los eventos culturales que se celebran junto al monumento. «Entiendo que hay una necesidad económica para este espacio, pero también se celebran allí muchos eventos y ese dinero se debe destinar fundamentalmente al mantenimiento de la plaza de España», ha señalado en declaraciones a Europa Press. «No me imagino que para entrar en la plaza Mayor de Madrid o en la plaza de la Concordia, en Francia, haya que pagar», ha apuntado.

Las agencias de viajes de Andalucía también han repudiado la propuesta. En un audio remitido a Europa Press, el presidente de la Federación Andaluza de Agencias de Viajes (FAAV), Luis Arroyo, ha destacado «lo acostumbradísimos» que están los ciudadanos a tener la plaza de España como espacio abierto y público, «como cualquier otra plaza de cualquier otra capital». «Si nos ponemos a cerrar plazas para cobrar por entrar, repercutirá negativamente en el destino. Todo lo que sea confiscatorio, el turista no lo ve positivamente. Todo lo que se imponga en temas recaudatorios, no va a ser positivo para el turismo ni para el destino», han incidido desde FAAV.

Asimismo, Facua Sevilla ha expresado este lunes su «profundo rechazo» a la propuesta de Sanz, decisión que supone «un paso atrás en la concepción de la ciudad como un lugar abierto para el disfrute de la comunidad y un nuevo giro hacia la privatización, ya evidenciado con el cobro por la entrada al Patio de los Naranjos de la catedral o con la ordenanza de veladores». «Medidas como la que ahora plantea Sanz contribuyen a transformar la capital hispalense hacia un modelo que bien podría compararse con un parque temático, alejándose de su esencia como un espacio compartido por todos», señala Facua, que apuesta también por la implantación de una tasa turística que, «de manera global, sea una herramienta para el cuidado de espacios y la financiación de servicios públicos».

Gobierno y oposición

El Gobierno central, titular de la galería y del edificio que rodean la plaza (el Ayuntamiento de Sevilla es titular del espacio de la plaza comprendido entre los bancos de las provincias y la balaustrada), ya ha manifestado que no comparte el planteamiento «arbitrario» del Consistorio. En voz de su delegado en Andalucía, Pedro Fernández, ha acusado de «deslealtad» al gobierno local del PP, sobre todo porque una medida así «afecta directamente a la ciudadanía» que acude a las dependencias estatales de la plaza de España «a recibir un servicio público». El monumental alberga las sedes de la Delegación del Gobierno en Andalucía, de la Subdelegación, de los servicios de Extranjería, de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) o del Cuartel General Fuerza Terrestre del Ejército de Tierra.

El Ayuntamiento de Sevilla anunció que trasladará a la Dirección General de Patrimonio del Estado, dependiente del Ministerio de Hacienda, un convenio de colaboración con el que crear una «unidad de gestión» para el mantenimiento y la conservación de la plaza de España. Los ingresos de taquilla se repartirían de este modo: un 75% para las arcas municipales y un 25% para el Estado. No obstante, la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha señalado este lunes que su departamento «no se va a prestar» a la posibilidad de «privatizar» un «espacio público».

El secretario general de CCOO de Sevilla, Carlos Aristu, ha indicado que «la propuesta de Sanz está hecha de espaldas a la ciudadanía, privatizando un espacio público que se concibió como un abrazo al mundo». En su lugar, ha apostado por implementar una tasa turística.

El portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Sevilla y anterior alcalde, Antonio Muñoz, ha calificado el planteamiento de Sanz como «errático» y le ha instado a buscar financiación por otras vías: «En Sevilla se han realizado trabajos de rehabilitación de grandes monumentos, como es la Muralla de la Macarena o la Torre de Don Fadrique, acogidos a fondos del 1,5% Cultural del Gobierno central. Si se quiere, se pueden buscar recursos dentro y fuera de casa».

También desde la oposición, el concejal de IU en el Ayuntamiento de Sevilla, Ismael Sánchez, ha catalogado la idea como una «auténtica barbaridad» y ha reclamado también una tasa turística, ya que ésta «no desincentivaría» la llegada de visitantes.

Además, Adelante Andalucía, de la mano de su responsable de Organización, Néstor Salvador, ha hecho un llamamiento a la «movilización» ciudadana contra la «barbaridad» de «privatizar» la plaza de España, «un símbolo de Sevilla y de Andalucía» al que «no sólo van los turistas», sino al que acuden «los sevillanos y los andaluces a pasear, a hacer vida», como ocurre con «las plazas públicas».

Igualmente, la diputada por Sumar en el Congreso Engracia Rivera ha solicitado al regidor hispalense que «dé marcha atrás». «Es inadmisible que se llegue a privatizar un espacio público, una plaza pública, porque el gobierno de la ciudad no tenga la valentía suficiente para implementar una tasa turística», ha declarado, medida a la que se ha sumado el diputado de Por Andalucía en el Parlamento andaluz José Manuel Gómez Jurado: «Es una agresividad urbanística y una forma de hacer política que consiste en privatizarlo absolutamente todo», ha criticado, acusando a los gobiernos municipales del PP de querer convertir las ciudades «en parques de atracciones».

Posturas a favor

La Junta de Andalucía, por su parte, ha indicado que la plaza de España de Sevilla está catalogada como Bien de Interés Cultural (BIC) y que, debido a las distintas titularidades que ostenta, la posibilidad planteada desde el Ayuntamiento hispalense requeriría el acuerdo de varias administraciones. Además, desde la Consejería de Turismo, Cultura y Deporte han señalado que al ser considerada BIC en la categoría de monumento, esta construcción obtiene el grado máximo de protección que establece la Ley de Patrimonio Histórico Español.

De su lado, el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha ensalzado la «protección patrimonial» de la plaza de España de Sevilla, si bien ha recalcado que él no plantea ninguna restricción de ese tipo en la capital de España. «Desconozco los detalles concretos. De lo que estoy seguro es de que José Luis Sanz, que es un gran alcalde de Sevilla, habrá estudiado desde todas las perspectivas esta cuestión y que lo que le guía, sin duda, es la mejora de la protección patrimonial de un lugar tan emblemático como la plaza de España», ha manifestado.

Por último, el presidente de la Asociación en Defensa del Patrimonio (Adepa), Joaquín Egea, dijo este domingo que no estarían «totalmente en contra del cierre» de la plaza, aunque recordó que el Ayuntamiento ya ingresa «cantidades ingentes» por los eventos privados que se realizan en ella desde hace años, un dinero que debería «revertirse» en la conservación del BIC. Adepa ya defendió hace años un vallado para la plaza de España: «No estaríamos en contra totalmente, pero si se hiciera (el cierre), tendría que ser de unas características especiales», señaló Egea este domingo en declaraciones a Europa Press. Este lunes, Adepa ha reclamado al Gobierno central que garantice la «conservación y vigilancia las 24 horas» del entorno del monumental para evitar así su cierre.

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