Podemos Andalucía pide lucir la bandera republicana para celebrar el 91 aniversario de la II República
Podemos Andalucía ya se prepara para el 14 de abril, día en el que celebran el 91 aniversario de la II República. Tal y como han señalado en redes, «sería genial que este 14 de abril, 91 aniversario de la II República, nos pusiésemos todos y todas este marco republicano que hemos preparado, calentando motores para la consulta popular monarquía o república que va a tener lugar el 14 de mayo de 2022. Un abrazo. Salud y república», explica en la cuenta de Podemos Andalucía el responsable del Área de Memoria Histórica y Democrática de la formación.
❤️💛💜14 DE ABRIL REPUBLICANO❤️💛💜
Apoya el 91 aniversario de la II República y calienta motores para la consulta popular de mayo.
🗣️ @JuanGMesa
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— Podemos Andalucía (@Podemos_AND) April 12, 2022
Además, para «apoyar» el 91 aniversario de esta II República y «calentar motores para la consulta popular de mayo», han creado un marco con la bandera de la república para que sus afiliados y seguidores se atavíen con ella en sus perfiles en redes sociales.
➡️Entra en el enlace. Identifícate con Facebook o Twitter.
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➡️Difunde y disfruta. ¡En mayo, tú decides!https://t.co/S1uWEbngAf
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— Podemos Andalucía (@Podemos_AND) April 12, 2022
La República de los asesinatos y la censura
Desde su origen, la República fue un engaño. Proclamada sin respaldo legal o democrático y, para aquellos que la justifican como espejo de virtudes y arquetipo de libertades, nunca se votó la Constitución republicana, por lo que la forma de estado consagrada en una Constitución y el marco jurídico sobre el que debería soportarse jamás fueron refrendados por el pueblo. Fue el huevo que engendró la posterior contienda civil. Fue “una Constitución que invitaba a la Guerra Civil, desde lo dogmático, en que impera la pasión sobre la serenidad justiciera (…)”. No es opinión de un furibundo fascista. Son palabras de Alcalá Zamora, a la sazón Presidente de la República.
Impuso la censura desde el primer instante. La Ley en Defensa de la República de 1931 tipificaba como delito la difusión de noticias que el gobierno entendiera que podían perturbar “la paz o el orden público”, que despreciaran “las instituciones u organismos del Estado” o hicieran “apología del régimen monárquico”. Referencia y ejemplo para Podemos.
No perseguía el nirvana de la libertad ni un vergel de liberación. Pretendía imponer la dictadura comunista por cualquier medio. “Las elecciones no son más que una etapa en la conquista y su resultado se acepta a beneficio de inventario. (…) si ganan las derechas tendremos que ir a la guerra civil declarada“. No son manifestaciones de un peligroso reaccionario. Se trata de un objetivo reconocido por el líder socialista Largo Caballero.
La persecución y asesinatos de contrarios o no adeptos fue sistemática, especialmente contra la Iglesia y tardó escasos días en producirse. Una dirigida horda provocó ataques a iglesias y conventos ya entre el 10 y 13 de mayo de 1931 ante la pasividad del gobierno de izquierdas. Los ataques constituirían desde entonces una constante hasta llegar a los más de siete mil religiosos asesinados durante la guerra en el lado republicano.
El final de la República no fue un engaño menor. La izquierda manipuló los resultados de las elecciones de febrero de 1936 como han demostrado brillantemente los historiadores Álvarez Tardío y Villa García. Fue un desfalco a la sociedad, una estafa histórica. La consulta no fue limpia. La izquierda alteró los resultados a su favor en un clima de intimidación y violencia. Al menos 50 escaños de los 240 logrados por la coalición de izquierdas serían dudosos, fruto de la alteración, de urnas con más votos que votantes, escrutinios sin testigos y actas llenas de tachaduras. Fue lo suficiente para alterar un resultado que, de otra forma, hubiera dado nuevamente el triunfo a las candidaturas de la derecha.
Fue un periodo que nada tuvo que ver con la democracia, la reforma o la libertad sino con la violencia, la revolución, la venganza y el ajuste de cuentas. La izquierda de la época alimentó los peores instintos posibles en la sociedad española mediante el fomento del odio.
Todo lo demás es falsedad histórica, mentira. Como dice un viejo proverbio judío, “con una mentira suele irse muy lejos, pero sin esperanzas de volver”.