Piden investigar por homicidio imprudente a dos cargos de la Guardia Civil por los asesinatos de Barbate
Jucil entiende que los testimonios aportados apuntan a que los mandos insistieron a los guardias civiles
El sindicato policial Jucil ha denunciado la posible existencia de dos delitos de homicidio imprudente por parte del general jefe de la Guardia Civil en Andalucía y del coronel de la Comandancia de Cádiz, quien el día de los asesinatos de Barbate, y según las declaraciones de los perjudicados, dio las órdenes y recordó a los guardias civiles «quién ha estado hoy aquí», en referencia al ministro del Interior, Grande-Marlaska, que aquel día había hablado en Algeciras de los logros en la lucha contra el tráfico de drogas.
Jucil entiende que los testimonios aportados apuntan a que los mandos insistieron a los guardias civiles para que llevaran a cabo una «operación ambigua» en la que les pidieron que «hacer algo, que mira quién ha venido -en referencia a la visita de Marlaska» y, cuando resaltaron el grave peligro al que se enfrentaban, llegaron a asegurarles que «si intentan pasar sobre vosotros con la narcolancha, los del GAR (Grupo de Acción Rápida) los matan».
Jucil considera que la difusión de los vídeos con los testimonios de los supervivientes de la tragedia vivida en el puerto de Barbate el 9 de febrero pasado exige la investigación por un posible delito de homicidio imprudente al general en jefe de la Guardia Civil en Andalucía, Luis Ortega Carmona y al coronel de la Comandancia de Cádiz, Luis Martín Velasco. El sindicato de la Benemérita los considera responsables de las órdenes del fracasado operativo en el que murieron asesinados dos guardias civiles, Miguel Ángel González y David Pérez.
Los compañeros de los fallecidos han testificado en el juzgado de Barbate que tramita las diligencias previas sobre la posible responsabilidad de ambos altos mandos. En sus declaraciones del pasado 28 de junio, reiteraron que avisaron varias veces de la peligrosidad de la misión y las órdenes ambiguas. No sabían si debían tomar el control de una narcolancha, evitar que estas salieran del puerto mediante la instalación de una red, o simplemente alejarlas. La mañana del día de la tragedia se subió a las redes sociales una foto de las lanchas y sus tripulantes en el puerto. El ministro Fernando Grande-Marlaska, que visitó Algeciras ese día, destacó los logros de Interior frente al narcotráfico.
Jucil entiende que las explicaciones de los guardias civiles permiten deducir la existencia de una intención clara por parte de los responsables de la Guardia Civil, de que la operación se llevara adelante, pasara lo que pasara. De hecho, los tripulantes y el jefe del equipo a bordo de la pequeña barca de goma insistieron en varias conversaciones telefónicas previas sobre el grave riesgo que asumían de ser arrollados por cualquiera de aquellas potentes embarcaciones de los narcotraficantes. Pero, pese a todo, se les insistió en que bajaran al agua para que hicieran “lo que pudieran”. Todo ello, además, a la vista de numerosas personas, por lo que no tuvieron duda de que los ocupantes de las narcolanchas estaban más que avisados de su presencia.