OKDIARIO en Barbate

OKDIARIO en Barbate: «La mayoría de los que iban a mi clase han acabado en el mundo de los narcos»

Los vecinos de Barbate ni siquiera se atreven a condenar ante la cámara los asesinatos de dos guardias civiles

El miedo a represalias hace prácticamente imposible que los barbateños den la cara ante las cámaras

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OKDIARIO en Barbate, el pueblo de los narcos.
Borja Jiménez

Barbate se ha convertido por méritos propios en la ciudad de los narcos. El asesinato de dos guardias civiles ante jaleos de los vecinos ha sido el más fiel reflejo de una ciudad que está sumida en el narcotráfico. OKDIARIO Andalucía ha ido hasta el municipio gaditano para intentar recabar opiniones entre los barbateños. Pero nadie quiere hablar por miedo a represalias. Eso sí, los pocos que hablan dejan muy claro cuál es el problema: la facilidad y la rentabilidad que tiene entrar en un mundo en el que se paga a 500 euros la hora de vigilancia para avisar a los narcotraficantes de que se acerca la Guardia Civil, o hasta 3.000 euros por recoger un alijo en la costa. Un dinero fácil y rápido en el que, lamentablemente, cae la mayoría de la juventud barbateña.

Una de las pocas vecinas de Barbate que se ha atrevido a dar la cara ante la cámara de OKDIARIO Andalucía es una joven de apenas 30 años que trabaja de tendera en una tienda de alimentación y que admite que «la mayoría» de los que iban a su clase, de sus amigos de la infancia, se dedica ahora al narcotráfico. El motivo, bajo su punto de vista: «Está muy cotizado el trabajo y lo poco que hay, hay que aguantar, cosa que la juventud, la mitad de ellos, no aguanta».

Cuestionada esta joven barbateña sobre si sus amigos de la infancia están en ese mundo, responde sin dudarlo: «La mayoría sí. Llega el punto en el que no tienen dinero y se tienen que meter en el mundo que hay». «Yo tengo amigos que se dedican a eso. Y, aparte de que tenga amigos, hay conocidos. Y tú ves que sí, pero bueno, cada uno con su trabajo, y el otro si quiere hacer eso, pues que lo haga», explica.

Cuestionada sobre el trágico asesinato de dos guardias civiles hace una semana, lejos de condenar los hechos, se limita a argumentar que «todos somos personas, seamos guardias civiles o no seamos guardias civiles. Todos somos personas y todos somos iguales».

Otro de los pocos que ha querido dar la cara es un hombre de 75 años que ha vivido toda su vida en Barbate y que conoce muy bien la idiosincrasia de un pueblo sumido en la droga. «A Barbate lo que le pasa es que no hay vida. Eso es lo que tiene Barbate, que no hay vida. Que la juventud no tiene trabajo aquí. Entonces, ¿qué pasa con la juventud? Que se tiene que buscar la vida como sea, porque aquí no hay trabajo», expone.

«Este es el pueblo que está más abandonado de la mano de Dios, porque nadie se preocupa de ello», continúa el hombre, que considera que «en Barbate lo han destruido todo». Eso sí, desde su punto de vista no ha sido la droga la que ha destruido el pueblo gaditano, sino el capitalismo: «La droga no ha sido lo que ha destruido Barbate. Lo han destruido los capitalistas. Los cuatro capitalistas que hay aquí».

Al igual que la joven barbateña del comienzo del vídeo, el hombre tampoco ha querido condenar la tragedia de hace una semana, en la que los narcos acabaron con la vida de dos guardias civiles. «¿Qué le parece lo que pasó el otro día?», le preguntamos. Su respuesta: «Yo no me meto en esas cosas, porque eso ya es Cádiz».

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