La Macarena regresa a su altar tras la crisis de las pestañas y una restauración a la altura: «Es ella»
Más de 17.000 personas se acercaron este lunes a la basílica para contemplar a la Virgen
Pedro Manzano, el restaurador que le ha devuelto la mirada: "Mis manos han sido guiadas"

La Virgen de la Esperanza Macarena de Sevilla ha regresado a su altar en la basílica 118 días después, tras la polémica restauración de Francisco Arquillo que alteró significativamente su rostro, desató las críticas de los fieles y provocó que la Hermandad la retirara del culto para devolverle su mirada.
Los nuevos trabajos, encargados al restaurador Pedro Manzano, se han prolongado durante cuatro largos meses. Al fin, este lunes, día de la Inmaculada Concepción, la Virgen volvía a su casa, en el corazón de Sevilla. La expectación por contemplarla era máxima: desde las 4:00 de la madrugada, fieles y devotos formaban largas colas para comprobar de primera mano si la Esperanza volvía a ser ella.
La ilusión y la emoción calentaban el frío ambiente. «Quiero estar cara a cara con ella, volverla a ver de verdad», explicaba uno de los presentes. «Espero encontrar a mi Esperanza, la Virgen de siempre», comentaba otro. «Llevamos seis meses prácticamente sin tenerla, cuatro que no ha estado y dos que estaba, pero no estaba», añadía un tercero mientras esperaba la cola.
Algunos no han podido aguantar la curiosidad y, antes del encuentro, han buscado fotos de la imagen renovada en Internet y redes sociales. Otros, más pacientes, aguardan sin referencias previas.

Las puertas de la basílica se abrieron a las 6:00: «Es ella mucho más. Se me asemeja un poco a las fotos antiguas de la Virgen, hemos vuelto a recuperar una estampa de la Virgen antigua y me parece maravilloso. Está espectacular», comentó uno de los fieles en declaraciones a Efe.
A las 10 de la mañana la cola alcanzaba las cuatro horas de espera. El templo abrió ininterrumpidamente hasta las 23:00. Finalmente, durante la jornada del lunes más de 17.000 personas se acercaron para contemplar a la Virgen, para mirarla a los ojos, para admirarla. Los fieles han dado el visto bueno a la restauración de Pedro Manzano, requerido tras el desaguisado de Arquillo. Su intervención en la talla provocaron escenas de tensión, protestas y llantos. La Hermandad quiso corregir «un efecto indeseado» y se realizaron pequeños retoques de urgencia en cejas y pestañas que tampoco contentaron a nadie. Los responsables tuvieron que pedir disculpas por la «alteración estética».

En una carta abierta de Pedro Manzano difundida por la Hermandad, el restaurador desvela que asumió el cargo con «serenidad» y «respeto», aunque rápidamente fue consciente de «la magnitud del desafío». «He procurado, con la mayor sensibilidad posible, restituir su integridad devocional y devolver esa mirada que tantos reconocen como refugio, consuelo y promesa. Mis manos han sido guiadas teniendo siempre en cuenta la profunda veneración de sus devotos y el deber de preservar aquello que generaciones enteras han custodiado con fe. Haber servido a la Esperanza Macarena ha sido un honor profesional y humano que difícilmente podré olvidar», sentencia Manzano.
La Virgen vuelve al culto este martes y miércoles, en horario más reducido, de 7:00 a 21:00 horas. Las personas con movilidad reducida tendrán acceso preferente, para lo cual deben dirigirse al personal de seguridad.
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