Gobierno Pedro Sánchez

Montero veía urgente hace un mes reformar la financiación autonómica que ahora Sánchez aplaza

La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, en sesión de control en el Congreso de los Diputados. (Foto: EFE/Emilio Naranjo)
La ministra de Hacienda, María Jesús Montero.
Segundo Sanz

Hasta apenas 16 días antes de tomar posesión y sólo tres de que el PSOE registrara su moción de censura, la actual ministra de Hacienda del Gobierno de Pedro Sánchez, María Jesús Montero, estuvo exigiendo al Ejecutivo de Mariano Rajoy que abordara la reforma de la financiación autonómica con carácter urgente. Sin embargo, ahora, tras llegar a La Moncloa, Sánchez ha anunciado que no acometerá esa reforma, tan ansiada por las comunidades, sino que la deja para la siguiente legislatura (si es que logra seguir en La Moncloa una vez se celebren las próximas elecciones generales).

En concreto, la exconsejera de Hacienda de Susana Díaz criticó el pasado 22 de mayo al entonces ministro del ramo, Cristóbal Montoro, que «la prioridad del Gobierno central es que 2018 pase sin la reforma del sistema de la financiación autonómica». Lo hizo públicamente hace sólo un mes tras una reunión mantenida como representante de la Junta de Andalucía con la asociación Empresarios del Sur de España.

«El señor Montoro no tiene ningún interés en la reforma del sistema de financiación, porque creo que él sabe perfectamente que el sistema tiene que incorporar recursos adicionales que en este momento disfruta el Gobierno de España», manifestó la hoy ministra de Hacienda de Sánchez.

El presidente socialista ha pospuesto ahora esa reforma de la financiación que tanto exigía Montero desde la Junta andaluza alegando «falta de tiempo material», pese a que su intención, como reveló el pasado lunes, es agotar la presente legislatura y no convocar elecciones antes de 2020.

En la sesión de control celebrada este miércoles en el Congreso de los Diputados, Sánchez sólo se comprometió a introducir parches -él habló de «mejoras»- en la financiación autonómica, descartando una revisión completa del sistema en los dos próximos años. Así, el inquilino de La Moncloa avanzó que se va a reunir “con todos y cada uno de los presidentes autonómicos”.

No puede ser bilateral

Sin embargo, el sustituto de Montero en Andalucía, Antonio Ramírez de Arellano, criticó que la financiación autonómica no puede negociarse ni establecerse de manera bilateral -entre el Gobierno y cada comunidad- porque es «algo consustancial a nuestro Estado y a nuestro proyecto de país». Y es que la sospecha más extendida, incluso entre los barones socialistas, es que Sánchez realizará concesiones en esta materia a la Generalitat catalana del golpista Quim Torra.

Ramírez de Arellano subrayó que las comunidades autónomas tienen la responsabilidad «en cuestiones fundamentales» como la educación, la sanidad y la dependencia y reclamó que se debe «garantizar la igualdad de oportunidades y de condiciones» entre los ciudadanos de todo el territorio nacional.

«No es una cuestión que admita aplazamiento ni una solución coyuntural», subraya el sustituto de Montero en la Hacienda andaluza

«No es una cuestión que admita aplazamiento ni una solución coyuntural, para Andalucía es algo crítico que está teniendo costes en términos de igualdad y para el desarrollo económico», sentenció el consejero.

En la misma línea, desde otras autonomías gobernadas por el partido que sustenta al Gobierno de la Nación, como Comunidad Valenciana o Castilla-La Mancha. El presidente valenciano, Ximo Puig, manifestó que que no se puede renunciar a cambiar el modelo «lo más rápidamente posible» porque es «injusto». En Castilla-La Mancha, el consejero socialista de Administraciones Públicas, Juan Alfonso Ruiz Molina, insistió en que la reforma de la financiación es uno de los temas más urgentes que debe afrontar el Gobierno, y en el caso de esta comunidad «corre mucha prisa», incidió.

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