Los mayores ridículos de los vándalos saqueadores durante los disturbios
Llevamos varios días asistiendo a un espectáculo lamentable en varias ciudades españolas, donde las barricadas, los actos de pillaje y el vandalismo que protagonizan jóvenes radicales están obligando a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y otros cuerpos policiales a emplearse a fondo durante los disturbios.
Bajo el argumento esgrimido por la izquierda podemita de la falta de libertad de expresión por el encarcelamiento del delincuente Pablo Hasél, condenado por enaltecimiento del terrorismo, llevan ya cinco noches consecutivas tomando las calles, incendiando contenedores, destrozando mobiliario urbano y cometiendo ominosos pillajes en tiendas del centro de las ciudades. Eso, en el mejor de los casos, por decirlo de alguna forma, porque en el peor, han protagonizado agresiones a agentes de policía y a periodistas durante los disturbios. Sin ir más lejos, este sábado, uno de nuestros compañeros de OKDIARIO fue apaleado en Barcelona por el simple hecho de informar en directo de los hechos que se estaban desarrollando protagonizados por los violentos.
Pero no todas las imágenes que nos han dejado son indignantes. Algunas en las que aparecen estos saqueadores y vándalos nos llevan hasta la carcajada al participar en situaciones estrafalarias.
Uno de los mayores ridículos es el que protagoniza un joven en una tienda Nike de Barcelona, en cuyo escaparate se estampa al huir tras cometer un acto de pillaje. Cuando sale a la carrera no repara en el cristal y se da un golpe de campeonato que le hace caer al suelo por el impacto.
Otra imagen impagable es la de dos vándalos tratando de tirar un macetero urbano en Barcelona anclado al suelo con un método infalible. Tan infalible, que por más que intentan ambos tirar el macetero de poca envergadura, se rinden tras un buen rato empujándolo con toda la fuerza de la que son capaces.
Sí a Loctite pic.twitter.com/sToDgcCPJ2
— Julio Lleonart (@juliolleonart) February 19, 2021
El tercer ridículo clamoroso es de un individuo que trata de lanzar un enorme adoquín a alguien que tiene enfrente, presumiblemente, agentes de policía. Tras ver cómo emplea toda la fuerza de la que es capaz, lanza el adoquín… a menos de dos metros.
Por último, en esta galería de imágenes vemos también la crónica de otro fracaso: el de un grupo de jóvenes que tras varios intentos y lanzamientos no consigue atravesar el escaparate de una tienda Louis Vuitton.
Vean y elijan el mayor ridículo de los vándalos…