Visita la tierra de Drácula y prueba un vino elaborado gracias a un viñedo único en el mundo

¿Quieres disfrutar de un viaje en familia a la tierra de Drácula en 2024? Se trata de uno de los personajes literarios más famosos de todos los tiempos, y ahora tú tienes la oportunidad de descubrir el castillo que se ha utilizado en multitud de adaptaciones de Drácula en el cine.

En los últimos años, se ha convertido en uno de los lugares más visitados de toda Europa, ubicado en un país que poco a poco se está abriendo cada vez más al turismo: Rumanía. Un destino fabuloso para este 2024, donde además tendrás la oportunidad de conocer Bucarest, la «pequeña París del Este».

Déjate sorprender por la tierra de Drácula

Transilvania es una región histórica situada en el centro de Rumania rodeada por la imponente cadena montañosa de los Cárpatos. Enclavada entre estas majestuosas montañas, se encuentra la capital tradicional de la región, Cluj Napoca, ubicada en la meseta de Alba Iulia.

Aquí se encuentra el Castillo de Bran, más conocido como el Castillo del Conde Drácula. Aunque la creencia popular lo vincula con Vlad Țepeș, el Empalador, no hay evidencia sólida de que este haya sido su hogar. Más bien, se cree que pasó poco tiempo en él durante un breve encarcelamiento en ruta hacia Budapest, cuando la región estaba bajo dominio otomano.

La historia del Castillo de Bran se remonta al siglo XIII, cuando una fortaleza fue erigida por la Orden Teutónica. A lo largo de los siglos, ha pasado por diversas transformaciones y ha sido habitado por la realeza rumana, siendo la reina María una de sus prominentes residentes.

Tras años de cuidados irregulares, el castillo fue devuelto a la familia Habsburgo en el siglo XXI, aunque ha permanecido como destino turístico abierto al público. A pesar de su valor histórico y arquitectónico, su fama como inspiración para la novela de Bram Stoker y su asociación con la figura del Conde Drácula han impulsado su popularidad.

Actualmente, el Castillo de Bran es un lugar de interés turístico que recibe visitantes de todo el mundo, ansiosos por explorar sus pasillos y descubrir sus misterios. Aunque las autoridades y los propietarios actuales rechazan la idea de explotarlo como un parque temático sobre Drácula, su conexión con la leyenda vampírica continúa atrayendo a los amantes del misterio y lo sobrenatural.

 

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Durante el recorrido por los estrechos pasadizos del castillo, se pueden apreciar numerosas piezas de mobiliario medieval que transportan a los visitantes a épocas pasadas en las que el castillo estaba habitado y lleno de vida.

Se puede apreciar una sala que resalta la leyenda de Vlad el Empalador y el mito de Drácula, además de otra sala que exhibe los crueles instrumentos de tortura populares en aquellos tiempos. En el centro del castillo se encuentra un patio donde se celebraban los juicios de los acusados de herejía.

Para llegar al Castillo de Bran en la tierra de Drácula, se puede optar por diferentes medios de transporte. Una opción es reservar una excursión organizada desde Bucarest. Además, contar con un guía que narre las leyendas y anécdotas del castillo añade valor a la experiencia. Otra alternativa es utilizar un vehículo privado. Desde Bucarest, la distancia es de 187 kilómetros, mientras que desde Brasov solo son 30 kilómetros hasta el destino.

En cuanto a su horario de visitas, durante los meses de abril hasta septiembre, el horario es el siguiente: los lunes abre de 12:00 a 18:00 horas, mientras que de martes a domingo está abierto de 9:00 a 18:00 horas. Por otro lado, desde octubre hasta marzo, el horario se ajusta, abriendo los lunes de 12:00 a 16:00 horas y de martes a domingo de 9:00 a 16:00 horas.

Respecto a los precios de entrada, durante julio y agosto, los adultos pagan 55 RON (11,10 €), los mayores de 65 años abonan 40 RON (8 €), los estudiantes 30 RON (6 €) y los niños entre 7 y 18 años 15 RON (3 €). Para el resto del año, los precios varían ligeramente: los adultos pagan 60 RON (12,10 €), los mayores de 65 años 45 RON (9,10 €), los estudiantes 35 RON (7 €) y los niños entre 7 y 18 años siguen pagando 15 RON (3 €).

Bucarest y Brasov

Bucarest, la capital de Rumanía, sirve como punto de partida para explorar la tierra de Drácula. En el Museo Nacional de Historia de Bucarest, se exhibe un retrato de Vlad Tepes. En el antiguo barrio de Curtea Veche (Corte Vieja), se pueden encontrar los restos del palacio que él mismo mandó construir, donde según la tradición local, mantenía prisioneros en las mazmorras ubicadas bajo sus cimientos.

Brasov, conocida como el «bosque de estacas», es una de las ciudades más visitadas en Rumanía. Con un centro adornado por fachadas barrocas, es un lugar animado que contrasta con su oscuro pasado. Aquí, Vlad Dracul protagonizó una de las mayores masacres, empalando a quienes se negaban a pagar tributos o comerciar con él, convirtiendo el paisaje en un tenebroso conjunto de estacas que se asemejaba a un bosque.