¡Cuidado con los insectos!
Unas vacaciones en el extranjero, sobre todo en países menos desarrollados que el nuestro, pueden convertirse en una auténtica pesadilla si no tomas las precauciones adecuadas. Porque nunca sabes en lo que puede derivar una simple picadura. Los insectos son portadores de enfermedades, así que hay que tener mucho cuidado con ellos.
Las personas que viajan a zonas turísticas controladas, con hoteles con aire acondicionado en las habitaciones, tienen bajo riesgo de estar en contacto con insectos peligrosos. No sucede lo mismo con los mochileros, los aventureros o los cooperantes que puedan tener una relación más estrecha con el hábitat natural de la zona. La prevención en este caso se basa en reducir al máximo el contacto entre el hombre y los insectos y/o arácnidos para evitar en lo posible las picaduras.
Para tratar de evitar males mayores, el Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (SESCAM) nos recomienda las siguientes siete medidas profilácticas, que habrá que adoptar según el riesgo de cada viaje:
1. Utilizar ropa de color claro que cubra todo el cuerpo, calcetines y calzado que cubra el tobillo. Se consigue una protección extra tratando las prendas de vestir con permetrin o etofenprox para impedir que los mosquitos piquen a través de la ropa (siguiendo las instrucciones del fabricante). En zonas infectadas por garrapatas y pulgas deben protegerse los pies con calzado apropiado y metiendo los pantalones por dentro de los calcetines. Estas medidas pueden mejorar aplicando repelente a la ropa.
2. Disminuir las salidas al anochecer y durante las horas nocturnas en las zonas donde hay riesgo de paludismo, ya que es a estas horas cuando hay más facilidad de que se produzcan las picaduras por los mosquitos que lo transmiten.
3. Los repelentes de insectos son sustancias que se aplican en las zonas de piel expuesta o en las prendas de vestir para evitar el contacto humano/vector. Debe elegirse un repelente que contenta DEET (N,N-dietil-m-toluamida), IR3535 (N-butil-N-acetil-3-etilaminopropionato) o Icaridin (ácido 1-piperidincarboxílico, 2-(2-hidroxietil)-, 1-metilpropilester). Se debe tener cuidado para evitar el contacto con las membranas mucosas y no se deben fumigar sobre la cara ni aplicar en párpados ni labios, ni sobre piel sensible, quemada por el sol y dañada, ni sobre pliegues profundos de la piel. Pueden ser necesarias aplicaciones repetidas cada tres o cuatro horas, especialmente en climas cálidos y húmedos. Cuando el producto se aplica a las prendas de vestir su efecto dura más. Se deben usar cumpliendo estrictamente las instrucciones del fabricante y sin exceder de las dosis establecidas, sobre todo en los niños pequeños.
4. Las espirales contra mosquitos son el ejemplo más conocido de vaporizador insecticida, normalmente con un piretroide sintético como ingrediente activo. Una versión más sofisticada que requiere electricidad son los difusores insecticidas.
5. Los esprays en aerosol para matar insectos voladores son eficaces para un efecto rápido de abatir y matar. Tratar una habitación con un espray insecticida ayudará a librarla de insectos, pero el efecto puede ser de corta duración. Se recomienda combinarlo con el uso de un serpentín o vaporizador o una mosquitera. También están indicados para insectos reptantes (como por ejemplo las cucarachas o las hormigas).
6. Las redes mosquiteras son un medio excelente de protección personal mientras se está durmiendo. Existen redes tratadas con insecticida que son más efectivas. Deben ser fuertes y con una malla de tamaño no superior a 1’5 milímetros. Se deben meter los extremos de la red debajo del colchón, comprobando primero que no está rota y que no queda ningún mosquito dentro. Hay disponibles mosquiteras para cunas y camas pequeñas, que permiten proteger a los bebés cuando duermen.
7. Se debe evitar el contacto con agua dulce (lagos, zonas de regadíos, acequias, arroyos y ríos de corriente lenta) en áreas donde existe esquistosomiasis. Se recomienda usar botas de protección para evitar el contacto ocupacional (por ejemplo, los técnicos en regadíos que visitan un área afectada).
Recuerda: ¡prevenir es vivir!