La de Doñana está muy bien, pero la 2º playa más larga de España está muy cerca y su paisaje es virgen
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En el suroeste de Andalucía, la franja que une las localidades de Mazagón y Matalascañas guarda un secreto bien conocido por quienes prefieren evitar la masificación. Se trata de nada más y nada menos que la segunda playa más larga de España. Su difícil acceso y la ausencia de edificaciones fueron motivos suficientes para que hoy se conserven sus condiciones naturales.
La ubicación cercana al Parque Nacional de Doñana no es casual. Forma parte de una misma unidad de paisaje y comparten características ecológicas y geológicas. Aunque recibe menos atención mediática que la playa principal del parque, esta franja costera se extiende aún más, alcanzando una longitud considerable que la posiciona entre las más extensas del territorio nacional.
¿Cuál es la segunda playa más larga de España?
La Playa de Castilla, situada en la Costa de la Luz (Huelva), es un ejemplo de costa no urbanizada que ha conseguido mantenerse al margen del desarrollo turístico.
Con 17.000 metros de longitud, figura como la segunda playa más larga de España, superada sólo por la Doñana en el ranking nacional. Su nombre proviene de la época de la Reconquista, cuando se convirtió en el primer acceso del Reino de Castilla al océano Atlántico.
Se encuentra al oeste de la Playa de Matalascañas y forma parte del entorno del Parque Natural de Doñana. No hay edificaciones en su costa, y está bordeada por un sistema de acantilados de arena consolidada conocidos como médanos.
Esta geografía peculiar le otorga un aspecto rústico que se ha mantenido prácticamente inalterado con el paso de los años.
¿Cómo se llega a la playa de Castilla y qué hay que tener en cuenta?
Aunque se trata de un litoral extenso, no es de acceso libre en toda su extensión. Solo es posible llegar a la Playa de Castilla a través de senderos y pasarelas habilitadas, lo que permite su conservación. Los principales accesos son:
- Cuesta Maneli: una pasarela de madera de 1,5 kilómetros que atraviesa dunas y pinares, culminando en el Monumento Natural del Asperillo.
- Torre del Loro: se accede a través de un sendero cercano al camping Doñana.
- Rompeculos: a pie desde la carretera A-494 en dirección a Matalascañas.
- Parador de Mazagón: senderos que descienden directamente desde el alojamiento hasta la playa.
- Mata del Difunto: el acceso más cercano a Matalascañas.
Estos puntos permiten un control más efectivo del número de visitantes, lo que ayuda a conservar las condiciones del entorno.
La playa más larga de España, entre las menos conocidas
A pesar de su extensión, la Playa de Castilla no suele estar incluida en los listados populares de turismo de costa. Se caracteriza por su baja ocupación durante la semana, aunque los fines de semana aumenta la afluencia.
Es también una zona frecuentada por naturistas, ya que la convivencia entre nudistas y no nudistas es habitual.
La presencia de acantilados formados por dunas, junto a arenas finas y zonas amplias cuando baja la marea, la convierten en un espacio idóneo para paseos largos y actividades sin aglomeraciones.
En sus más de 20 kilómetros de línea de costa, entre Matalascañas y Mazagón, también se encuentran playas como El Asperillo, Julián, Morla o El Arenosillo, aunque muchas de ellas no están habilitadas para el baño de forma continua.
A lo largo del recorrido, destaca el Acantilado del Asperillo, un sistema dunar fósil declarado Monumento Natural por su valor geológico. Su formación de colores ocres forma una barrera natural frente al mar, que además actúa como mirador del conjunto paisajístico.
Conservación de la playa de Castilla tras el incendio de 2017
En 2017, el entorno natural de Doñana fue afectado por un incendio que arrasó más de 8.000 hectáreas. La zona de la Playa de Castilla, aunque dañada, logró recuperarse gracias a las medidas de protección y al acceso restringido que limitó la intervención humana directa.
Hoy, el paisaje vuelve a mostrar sus características originales, con dunas móviles, pinares y acantilados que dan forma a una de las últimas playas vírgenes del sur peninsular.