Descubre la cala secreta: playas vírgenes y aguas cristalinas en un paraíso oculto
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¿Te gustaría encontrar unas calas de ensueño sin salir de España? La isla de Formentera, una de las joyas de las Baleares, es conocida como la «Polinesia española». Este paraíso mediterráneo alberga playas vírgenes, aguas cristalinas y una belleza natural que rivaliza con los tesoros del Pacífico, situados a más de 15.000 kilómetros de distancia.
Formentera, con su historia rica y antigua, fue habitada por diversas civilizaciones, incluidos los fenicios y los romanos. En el siglo XX, Formentera se transformó en un refugio de paz y tranquilidad, atrayendo a artistas de diferentes disciplinas. La isla se convirtió en un escenario perfecto para la inspiración, gracias a su atmósfera relajada y su impresionante entorno natural.
Formentera, la ‘Polinesia española’
Las similitudes entre Formentera y la Polinesia Francesa radican principalmente en sus impresionantes playas, que no tienen nada que envidiar a las del Pacífico Sur. Con más de 20 kilómetros de costa, la isla cuenta con algunas de las playas más bellas del Mediterráneo. La playa de Ses Illetes, en la costa norte, ofrece unas vistas espectaculares de la vecina Ibiza.
Sus aguas poco profundas y cristalinas son ideales para nadar, bucear o simplemente relajarse al sol. Cala Saona, una pintoresca cala en la costa occidental, destaca por sus aguas tranquilas y azules y su arena rojiza, creando un hermoso contraste con las formaciones rocosas circundantes.
La playa de Migjorn, la más larga de la isla, se extiende por cinco kilómetros y está salpicada de calas. Esta zona turística está llena de encantadores chiringuitos y restaurantes donde se pueden degustar mariscos frescos y delicias locales mientras se disfruta de la brisa marina.
Formentera no sólo destaca por sus playas; también alberga maravillas naturales como el Parque Natural de las Salinas de Ibiza y Formentera, declarado en 2001. Este parque se extiende desde el sur de Ibiza hasta el norte de Formentera y es un paraíso para los observadores de aves, con especies como flamencos, garzas y águilas pescadoras.
El Cabo de Barbaria, en el extremo más meridional de Formentera, es conocido por sus acantilados y vistas panorámicas. Aquí se encuentra el Faro de Barbaria, inaugurado en 1971, que ofrece un mirador impresionante para contemplar el atardecer. Además, Formentera cuenta con otros dos faros: uno en el puerto de La Savina y otro en la meseta de La Mola, ambos dignos de visita para los amantes de estas estructuras.
Lugares de interés
La isla balear disfruta de 2.950 horas de sol al año, un factor que realza su esencia mediterránea. Además, su pequeño tamaño permite recorrerla en un solo día.
La capital de Formentera, San Francisco Javier, alberga los principales servicios administrativos y turísticos de la isla. Su iglesia parroquial, la capilla de sa Tanca Vella y el cementerio de Fossar Vell son sus principales atracciones, complementadas por boutiques y tiendas de artesanía.
En el centro de la isla, San Fernando de las Rocas conserva el espíritu bohemio de sus primeros habitantes. Fonda Pepe es un lugar icónico para los espíritus libres. En los alrededores, los molinos y torres de defensa son visitas obligadas.
El Faro del Cabo de Barbaria y el Faro de la Mola son dos de los puntos más visitados de Formentera. Están situados en extremos opuestos de la isla y conectados por la carretera principal. Cada faro ofrece vistas espectaculares en diferentes momentos del día: el Faro de la Mola al amanecer y el Faro del Cabo de Barbaria al atardecer.
Para disfrutar de una puesta de sol mágica, Cala Saona es una excelente opción. Ubicada en el extremo oeste de la isla, ésta pequeña playa está flanqueada por formaciones rocosas y se accede a ella mediante una pasarela de madera entre dunas y pinares.
La playa de Ses Illetes, situada en la península de Es Trucadors, es uno de los lugares más emblemáticos de Formentera. Esta playa tiene dos orillas separadas por una estrecha franja de arena, y sus aguas albergan la mayor pradera de posidonia oceánica del mundo, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Al norte de Formentera, la isla de Espalmador es un ejemplo perfecto de isla virgen en el archipiélago balear. Asimism, la isla alberga la torre de la Guardiola y playas naturales como S’Alga y la playa de la Torreta. La laguna de s’Espalmador es ideal para la observación de aves.
Para llegar a Formentera, la única opción es el barco, ya que no dispone de aeropuerto. Desde Ibiza, varias líneas de barcos conectan ambas islas en trayectos de entre 25 y 60 minutos.
Por último, a modo de curiosidad, cabe señalar que se cree que su nombre proviene del término latino «frumentarium», que significa «granero», debido a su importancia en la producción de cereales, especialmente trigo, durante la época romana. La fertilidad del suelo y el clima favorable la convirtieron en un lugar ideal para la agricultura.