Seth Rogen no entiende a los cómicos que se quejan de la cultura de la cancelación
El actor y humorista que sigue promocionando su libro, ha respondido sobre la naturaleza caduca de algunas bromas.
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El actor y cómico Seth Rogen sigue promocionando su libro Anuario en el que repasa las cosas más graciosas que le han sucedido en lo que lleva de vida. Si hace algunas semanas renegaba de volver a trabajar con su mejor amigo James Franco por las acusaciones de carácter sexual que tiene el actor es ahora cuando critica a los cómicos que se quejan de la cultura de la cancelación. Rogen parece rodearse de una actitud políticamente correcta en esta serie de promociones, evitando así cualquier boicot. El que fuese uno de los humoristas más irreverentes de la pasada década hace ahora autocrítica de cómo se ha utilizado el humor en el pasado.
Rogen apareció en el programa Good Morning Britain en el que le pidieron evaluar ls películas que había hecho en el pasado y que tenían chistes controvertidos. “Hay chistes que seguramente no han envejecido bien, pero creo que esa es la naturaleza de la comedia” afirmaba el actor a la vez que elogiaba que esas películas se sigan viendo: “Creo que, conceptualmente esas películas son sólidas y creo que hay una razón por la que han durado tanto, la gente las ve y las disfruta”. Instantes después reflexionaba sobre la caducidad intrínseca del humor, “Las bromas no son cosas que necesariamente están hechas para durar”.
La cultura de la cancelación ha servido para castigar a muchas personas mediáticas que habían cometido errores severos abusando de su poder, aunque como todo se debería actuar con cautela para que el fenómeno no termine siendo una “caza de brujas”. Seth Rogen criticó en la entrevista a todos esos humoristas que se quejaban de la cultura de la cancelación: “Para mí, cuando veo a los comediantes quejándose de este tipo de cosas, no entiendo de qué se están quejando” e infería, “Si has hecho una broma que ha envejecido realmente mal, acéptala y si no crees que ha envejecido terriblemente mal, dilo”.
Finalmente en la entrevista hizo autocrítica de su trayectoria, pero sin dejar de mostrar que ningún chiste estaba realizado bajo la perspectiva de dañar a las clases desfavorecidas: “Nunca fui un cómico que hiciera chistes diseñados para grupos subyugados. ¿Los hemos hecho sin darnos cuenta? Definitivamente. Esas cosas están en nuestras películas y están ahí fuera y son cosas que estoy más feliz de decir que no han envejecido bien”.