‘Reagan’: una de las películas más interesantes de la temporada

Crítica de Reagan, una de las películas más interesantes de la temporada que se estrena este viernes 25 de octubre en cines. Se trata del primer largometraje sobre el 40 presidente de los EEUU. Este biopic interpretado por Dennis Quaid (The Rookie, El día de mañana) nos cuenta la vida el Ronald Reagan desde su infancia, su etapa como actor, su lucha con los sindicatos, la influencia de sus mujeres en su vida y su carrera en política y la toma de decisiones que se llevaron a cabo a su llegada al Despacho Oval de la Casa Blanca. La película viene precedida por un gran éxito en EEUU y se trata de un un documento importante si queremos entender la historia occidental de una época convulsa, así como la idiosincrasia y la ideología del país más poderoso del mundo. Pero más allá de la política, Reagan es una clásica historia de superación personal, de cómo aprender de los errores y sobre qué es lo que hay que tener para destacar y marcar la diferencia.

Trama y datos de producción

Desde sus polvorientas raíces pueblerinas hasta el brillo de Hollywood, pasando por el dominio de la escena mundial, Reagan es un viaje cinematográfico de superación. Contado a través de la voz de Viktor Petrovich, un antiguo agente del KGB cuya vida queda inextricablemente unida a la de Ronald Reagan cuando éste llama por primera vez la atención de los soviéticos como actor en Hollywood, esta película ofrece una perspectiva tan única como cautivadora.

Dennis Quaid da vida a una historia que trasciende los límites de un biopic tradicional, ofreciendo una profunda exploración del impacto duradero del poder de un hombre que superó las adversidades, sostenido por el amor de una mujer que le apoyó en su viaje.

Reagan, dirigida por Sean McNamara (Soul Surfer) se estrenó en EE.UU. a finales de agosto y continúa superando las expectativas en la taquilla estadounidense. En su segundo fin de semana, la película subió al tercer lugar, recaudando 5,2 millones de dólares —una disminución de solo el 34%, lo cual es un sólido mantenimiento. Actualmente, la película se exhibe en 2.770 pantallas. El estimado total estará en torno a los 30 millones de dólares. Box office excepcional para una película de circuito independiente.

La esencia del sueño americano

Hay una escena en la mítica Regreso al futuro (Robert Zemeckis, 1985) en la que Marty (Michael J. Fox), tras su viaje en el tiempo, intenta convencer a Doc (Christopher Lloyd) de que él viene del futuro. Cuando Marty le dice al Doc que Ronald Reagan es el presidente de Estados Unidos en 1985, el científico responde: «¿Ronald Reagan? ¿El actor? ¿Entonces quién es el vicepresidente? ¿Jerry Lewis?». Para poder escribir este diálogo, el estudio tuvo que pedir un permiso especial a la Casa Blanca. Tras el estreno, el propio Reagan se declaró fan absoluto de la cinta y usó la famosa frase «A donde vamos no necesitamos carreteras» en uno de sus discursos. En realidad, esta anécdota define muy bien la trayectoria y la personalidad de uno de los políticos más carismáticos de finales del siglo XX, además de representar uno de los pilares ideológicos de Estados Unidos: seas quien seas, puedes llegar a dónde te propongas. Este es, al fin y al cabo, el mensaje de Reagan, la película.

Reagan no oculta el contexto sociopolítico del personaje, al revés, pero al final es una historia clásica de superación, la de un hombre que va cambiando de vida, de profesión y de relaciones hasta llegar a lo más alto. Es ahí, en el afán de mejorar del personaje, donde reside el corazón de la cinta.

Pero por clásica que sea la trama, hay un par de aspectos que convierten a Reagan en una propuesta cinematográfica interesante. El primero de todos es el punto de vista elegido. Sí, el que fue presidente de los EEUU es la estrella absoluta pero su historia la cuenta un enemigo ( o no tanto), un antiguo agente del KGB (interpretado por el siempre solvente Jon Voight) que siguió el ascenso del actor convertido en político. Gracias a esta visión se entiende mejor el contexto y el por qué los rusos no ganaron la guerra fría.

A nivel visual también destaca la diferencia tonal que se emplea dependiendo del aspecto de la vida de Reagan que se esté contando. Por ejemplo, si las escenas políticas están rodadas con planos cortos y un montaje más frenético, cuando el protagonista conoce a su segunda mujer, Nancy Reagan, la película se torna en una comedia romántica clásica con situaciones exageradas típicas del género y con homenajes claros al cine de Ernst Lubitsch.

No se puede hablar de Reagan sin mencionar la labor de Dennis Quaid. El actor es todo un acierto de casting y lo da todo emulando la voz y los gestos del personaje real. La película tiene la clara intención de humanizar a una figura histórica y de derribar los mitos sobre su persona. También es una reflexión sobre una cultura muy concreta, esa en la que un actor de segunda puede llegar a ser presidente y sufre un intento de asesinato (así comienza la cinta) por parte de un señor que quería llamar la atención de una actriz, Jodie Foster. Así es EEUU.