La historia real tras ‘El 47’: ¿qué es verdad y qué no en la película favorita de los Goya 2025?
El director Marcel Barrera plasma el movimiento social de los suburbios de Barcelona en los 70.
Todas las nominaciones a los Premios Goya 2025
‘El 47’ llega al streaming: ¿dónde podemos ver la película más nominada de los Goya 2025?
Adiós a 'Los Bridgerton': la serie de época de Netflix que llega para cambiarlo todo
Donald Trump confía en estos tres actores para devolver a Hollywood a su "época dorada"
En un año en el que La estrella azul, Segundo premio y La habitación de al lado han logrado la unanimidad de la crítica, parece que este año la AACCE (Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España) ha querido valorar aquellas historias que además de conmover al público, han logrado brillar en la cartelera patria. Porque sinceramente, sólo así se explica que tanto El 47 como La infiltrada hayan sido los largometrajes con más nominaciones en los Goya 2025. Una apetencia por las vidas reales que ha dominado las consideraciones, aunque como siempre suele suceder, la ficción trata de adaptar «maquillando» ciertos apartados de la realidad. Todo en pos de una narración fluida y por qué no decirlo, una pretensión cinematográfica.
Sabemos por ejemplo que en La infiltrada, la directora Arantxa Echevarria no llegó a conocer en persona a Aranzazu Berrarde Marín. Pero la pregunta que se hacen los que ya han visto la película protagonizada por Eduard Fernández es la siguiente: ¿Qué es real y qué no en la revolución vecinal liderada por Manolo Vital? En la evolución de su carrera como cineasta, Marcel Barrena ha tenido cierta predilección por los dramas sociales nacidos dentro de nuestras fronteras. Ahí está la historia de superación de 100 metros, el nacimiento del Open Arms en Mediterráneo y ahora, la creación de la Barcelona moderna por parta de los charnegos de los suburbios a través de El 47. Una predilección por cierto, que Barrena continuará en 2026 con el estreno de La Roja, una comedia deportiva sobre la selección española de críquet. Regresando a la cinta que nos ocupa, pasamos a escudriñar las variaciones entre los hechos biográficos de Vital y lo representado en la trama de la gran favorita de la 39ª edición de los Goya.
Una protesta pacífica
El planteamiento de El 47 nos pone en la piel de Manolo Vital, del conductor de la línea 47. Natural de Valencia de Alcántara (Cáceres), Vital fue uno de tantos españoles que formaron parte del éxodo rural masivo, sucedido entre los 50 y mediados de los 70 en España. En total, el INE calcula que 3 millones de españoles huyeron de los campos para refugiarse en las ciudades. Un comienzo nada fácil en el que se crearon las primeras poblaciones y suburbios, construyendo las casas por la noche, pues había una ley por aquel entonces que decía que si un hogar tenia techo a la salida del sol, la policía no la podía derrumbar.
Poco a poco, la población creció dando forma a lo que hoy se conoce como Torre Baró, uno de los 13 barrios que componen el llamado distrito de Nou Barris. A pesar del crecimiento y de las mejoras de sus condiciones desde su llegada, Torre Baró todavía estaba por asfaltar en 1978 y sus vecinos tenían que dar largas caminatas para ir a trabajar a la ciudad o para simplemente ir a por agua potable. Por eso, harto de que no le hiciesen caso en sus múltiples demandas al Ayuntamiento, Vital secuestró el autobús de la línea 47 ese mismo año, para demostrarle a la institución que ese modelo de vehículo podía subir sin problemas las cuestas hasta los suburbios.
Pasqual Maragall no estuvo en ‘El 47’
Entre las diferentes licencias que se toma el guion escrito por Barrena y Alberto Marini, destaca sobre todo la actuación de un Carlos Cuevas (Merlí) que da vida a un joven Pasqual Maragall que frecuenta la línea que conduce Vital. El político no estuvo presente en el «secuestro pacífico» del protagonista, pero sí que es verdad que mantuvo una buena relación con Vital y que llegó a vivir algunos días a finales de los 80 en su casa.
Por otro lado, la película personifica quizás en exceso la lucha individual del conductor, cuando en realidad todo formó parte de una reclamación colectiva de cientos de vecinos de la zona. El 47 no tiene en cuenta tampoco el lado ideológico y político del propio Vital, quien fue militante del PSUC (Partido Socialista Unificado de Cataluña) y de Comisiones Obreras. Por último, en realidad no tuvo una hija, sino un hijo llamado igual que él, mientras que Juana fue su nieta en la vida real.
¿Dónde podemos verla?
Con una duración de poco más de hora y media, El 47 está disponible en la plataforma de Movistar +. Aparte de Fernández y Cuevas, el reparto está lleno de caras conocidas como Clara Segura (Mar adentro), Salva Reina (La isla mínima), Vicente Romero (Celda 211), Óscar de la Fuente (La casa), David Verdaguer (Verano 1993) y Aimar Vega (Los pequeños amores).