OLEADA MIGRATORIA EN ITALIA

El fundador podemita de Open Arms y otras ONG echan un nuevo pulso al Gobierno de Giorgia Meloni

Tres barcos de ONG ya han sido sancionados por desembarcar inmigrantes a su antojo desoyendo a las autoridades

El patrón podemita del barco ‘Open Arms’ de Soros pierde el juicio contra OKDIARIO

Open Arms
El barco de la ONG Proactiva Open Arms durante una de sus misiones de rescate.

El activista podemita español Óscar Camps, fundador de la ONG Open Arms, ha lanzado un nuevo pulso al Gobierno italiano de Giorgia Meloni, como el que justo hace cuatro años, en verano de 2019, echó contra el entonces ministro del Interior italiano y líder de la formación política de la Liga, Matteo Salvini. Hace dos días las autoridades italianas asignaron al barco de la ONG española el puerto de Livorno, al norte del país, para desembarcar a 117 inmigrantes rescatados el día anterior en el Mediterráneo central.

«Hemos señalado que el puerto está muy lejos, se trata de cuatro días de navegación, un sufrimiento innecesario para las personas rescatadas, ya agotadas por la travesía en el mar. Le recordamos que los convenios internacionales prevén el desembarque en un puerto cercano y deben ser respetados», respondió el activista español al requerimiento de Meloni para que no fuera al sur de Sicilia como la embarcación pretendía.

El Ejecutivo italiano, a través de su último decreto migratorio, ha limitado los rescates a una operación de socorro por trayecto y asigna puertos en función de su capacidad de acogida para tratar evitar que el sur de Italia se convierta en un auténtico coladero en el que las ONG desembarquen a todos los inmigrantes rescatados. Quienes contravengan sus órdenes se exponen a multas y prohibiciones a zarpar.

De hecho, más de 1.100 inmigrantes han llegado en poco más de 24 horas a la isla italiana de Lampedusa, donde las instalaciones de acogida han vuelto a superar ya su límite, incapaces de absorber el flujo de embarcaciones registrado desde el fin de semana.

El domingo, por ejemplo, las autoridades de Italia registraron más de 540 llegadas, mientras que el lunes de madrugada se sumaron otras 560. En total, la isla ha recibido en este tiempo más de una veintena de embarcaciones. A eso hay que sumar que en lo que va de año, Italia ha recibido a más de 57.000 migrantes y refugiados, frente a los 24.000 correspondientes al mismo periodo de 2022, según el Ministerio del Interior.

El Gobierno de Giorgia Meloni ha abogado por limitar este flujo, con llamamientos a la solidaridad europea y medidas contra las ONG que realizan labores de búsqueda y rescate a quienes acusa de incentivar el efecto llamada poniendo en riesgo en muchas ocasiones las vidas de los propios inmigrantes a morir ahogados en el Mediterráneo.

En este sentido, 1.064 personas han fallecido en aguas del Mediterráneo central, según las estimaciones de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), que cifra en más de 21.300 las víctimas registradas desde el año 2014 en esta misma zona.

Barcos sancionados

El pasado 15 de junio las autoridades italianas sancionaron al barco Aurora, de la ONG alemana Sea Watch, con un bloqueo de 20 días y una multa de 3.333 euros después de que desembarcara a 39 migrantes en la isla de Lampedusa, al sur del país, en lugar de dirigirse al puerto que le asignaron, a 32 horas de navegación.

Fue la tercera embarcación humanitaria que este mes tomó la misma decisión y sancionada con el bloqueo de 20 días. Anteriormente, el barco de la ONG alemana MareGo desoyó a las autoridades italianas y desembarcó también en Lampedusa a 36 migrantes por el mismo motivo.

Lo mismo le ocurrió al Sea Eye 4, otra embarcación que realizó dos rescates seguidos antes de desembarcar en Ortona, parte central de Italia, uno de 17 personas procedentes de Libia y otro segundo de 32 migrantes.

Como en 2019

El ex ministro del Interior italiano y líder del partido conservador Liga, Matteo Salvini, firmó el 1 de agosto de 2019 un decreto prohibiendo la entrada de buques de rescate en aguas italianas sin autorización. A pesar de ello, el Open Arms entró en aguas italianas y desembarcó a los inmigrantes que había rescatado.

Salvini, argumentó en aquellas fechas la «absoluta falta de obligación de Italia» de dar puerto seguro al Open Arms. Salvini recordó que los primeros países a los que informó la ONG después de las operaciones de rescate fueron España, país del pabellón del barco, y Malta, el más cercano al lugar del rescate. «Italia no tenía competencia ni obligación con respecto a todos los rescates llevados a cabo por el barco español ya que ocurrieron completamente fuera de sus áreas de rescate asignadas», añadió.

«El puerto seguro estaba en España o Malta y ciertamente no en Italia», argumentó Salvini, que acusó al capitán del Open Arms de rechazar deliberadamente el puerto indicado posteriormente por Madrid, perdiendo un tiempo precioso con el único propósito de desembarcar inmigrantes en Sicilia.

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