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Así retrató Ben Affleck el mayor desastre del ex presidente Jimmy Carter

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Ben Affleck.
Paula M. Gonzálvez

Si por algo es recordado Jimmy Carter, ex presidente de Estados Unidos, no es por su longevidad, sino por su presidencia plagada de desastres que generó el hastío de los estadounidenses y que incluso la estrella Ben Affleck señaló. El 39º presidente de EE UU murió este domingo a los 100 años en su domicilio de Plains (Georgia), donde recibía cuidados paliativos por un agresivo cáncer de piel que se extendió al hígado y al cerebro.

Jimmy Carter llegó a la Casa Blanca con la promesa del gran cambio moderado, pero se fue por la puerta de atrás en las siguientes elecciones aplastado por la victoria del republicano Ronald Reagan, que le aventajó en más de 8 millones de votos y dejó en evidencia con su gestión la nefasta presidencia de Carter.

Carter dejó a Reagan un país que había fortalecido a Saddam Hussein como líder, que sembró el germen de Al Qaeda o que elogió el sistema electoral de Venezuela que aupó al dictador Hugo Chávez. Pero es otro de sus desastres, el más significativo, el que hizo que Ben Affleck se implicara para dar fe de lo ocurrido y para que no cayera en el olvido: el de la crisis de los rehenes de Teherán.

La crisis de los rehenes en Irán condicionó gran parte de la presidencia de Jimmy Carter y, en último término, fue uno de los mayores factores para no repetir presidencia y que Ronald Reagan llegase a la Casa Blanca.

Ben Affleck y la historia de Carter

El ayatolá Jomeini llegó al poder en Irán tras la caída del sha Mohammad Reza Pahlevi, un gran aliado de la administración estadounidense. Jomeini encabezaba la revolución islamista.

Fue durante un viaje del sha a Estados Unidos, para tratarse un cáncer, cuando se desató el caos, tras una errática gestión diplomática. Pocos días después de su ingreso en Nueva York, la embajada fue asaltada por un grupo de cerca de 500 estudiantes iraníes, fanáticos de la revolución islamista, y secuestraron a 55 diplomáticos y ciudadanos americanos. Sólo 6 de ellos lograron escapar durante la toma y se refugiaron en la residencia del embajador de Canadá.

Carter declaró que no cedería al chantaje -le exigían la extradición del sha a Irán para ser juzgado por «crímenes contra el pueblo»- y fueron rehenes durante 444 días, desde el 4 de noviembre de 1979 hasta el 20 de enero de 1981. Ocho de ellos murieron tras el fracaso de la Operación Garra del Águila, en 1980. Finalmente, los liberaron ya comenzada la guerra entre Irán e Irak.

La historia es digna de película, y así lo supo ver Ben Affleck, apasionado del el caso: la llevó al cine tras tomar las riendas como director, productor y actor protagonista. El resulto fue Argo (2012).

Affleck, sin embargo, tomó como referencia otro punto de partida: la del Departamento de Estado de EEUU, que mantiene en secreto el secuestro mientras comienza a trazar el plan para liberar a los 6 rehenes que lograron escapar hasta la residencia del embajador de Canadá.

La idea, en cambio, no convence a Tony Mendez, un agente de la CIA al que encargan idear una alternativa. Mendez se inspira en La batalla por el planeta de los simios e impulsa la creación de una película falsa de ciencia ficción para la que dice necesitar localizaciones exóticas en las que rodar. Así haría pasar a los rehenes por cineastas canadienses para salir de Irán. No sólo consigue la ayuda de productores y directores de Hollywood, además de guionistas, sino que incluso crea una productora falsa.

La historia plasmada en la gran pantalla arrasó entre público, crítica y académicos: se llevó el Oscar a la Mejor película, Mejor guion y Mejor montaje; el Globo de Oro a la Mejor película (drama) y Mejor director y el BAFTA a Mejor película, Mejor director y Mejor montaje, entre otros muchos galardones. El exitoso guion de Chris Terrio se basó en el libro El maestro de disfraces (1999) y el artículoThe Great Escape: How the CIA Used a Fake Sci-Fi Flick to Rescue Americans from Tehran publicado en Wired en 2007.

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