Roca Rey arrolla en Alicante con tres orejas mientras El Fandi y Manzanares se llevan una cada uno
El peruano Andrés Roca Rey salió a hombros en el segundo festejo de la Feria de Hogueras, celebrado este jueves en Alicante, tras cosechar un incontestable triunfo de tres orejas, en una tarde en la que El Fandi y José María Manzanares sumaron también un trofeo cada uno.
Roca Rey parece que ha vuelto por sus fueros y de un tiempo a esta tarde sus actuaciones se cuentan por triunfos rotundos. Alicante no fue excepción y vibró, y de qué manera, con el toreo rotundo y valiente del joven peruano, que ya en su primero mostró sus credenciales con un variadísimo y ajustado toreo de capote.
De hinojos inició la faena de muleta ante un buen toro, al que se pasó por la espalda en dos ocasiones, poniendo ya en pie a unos tendidos que siguieron disfrutando de un grueso de faena en el que la autoridad, la mano baja, el ajuste y la largura en el trazo del muletazo fueron las claves de una obra grande, muy rotunda y reunida, y abrochada por unas hieráticas y emocionantísimas bernadinas.
La estocada entró a la primera y el fervor de los tendidos fue tal que le llegaron a pedir hasta el rabo. El palco lo dejó todo en dos orejas, que Roca paseó ante un público totalmente rendido.
E igual de autoritario se mostró con el reservón y desabrido sexto, al que hizo embestir a base de tesón y mando y en una faena premiada una oreja de ley tras otro certero espadazo.
El torero de la tierra, José Mari Manzanares, anduvo correcto y más compuesto que profundo ante un segundo de noble condición, al que pasó por uno y otro pitón -mejor por el derecho- a lo largo de una faena bien acogida por sus paisanos y rematada de un soberbio espadazo. Oreja para él.
Y la espada fue, precisamente, la culpable de que no rematara la Puerta Grande en el manejable quinto, al que diseñó una labor basada en un guion similar a la anterior, y que también tuvo comunión con los tendidos, que le jalearon todo, lo bueno y lo no tanto.
El Fandi inauguró la tarde con su habitual «pirotecnia» que tanto gusta en el litoral Mediterráneo. Variedad y alegría con el percal, el granadino cautivó también el respetable con un importante tercio de banderillas. La faena de muleta estuvo presidida por la entrega total del torero ante un animal que se dejó y al que cortó una oreja con petición de la segunda.
Lástima que no pudiera redondear su actuar con el flojo y descastado cuarto, con el que se mostró por encima pero sin el brillo deseado por la falta total de oponentes.
Ficha del festejo:
Toros de Victoriano del Río, primero y cuarto con el hierro de Toros de Cortés, desiguales de hechuras y remates, y de juego también variado, teniendo en cuenta el testimonial tercio de varas en los seis. Destacó el tercero. También se dejaron, en tono menor, primero, segundo y quinto. El blando y descastado cuarto y el reservón sexto, los que más desentonaron.
David Fandila El Fandi (nazareno y oro): media (oreja con petición de la segunda); casi entera (ovación).
José María Manzanares (sangre de toro y oro): estocada (oreja); dos pinchazos y estocada (ovación)
Roca Rey (salmón y oro): estocada caída (dos orejas con petición de rabo); estocada (oreja con petición de la segunda).
La plaza registró tres cuartos largos de entrada en los tendidos.