Morante corta la única oreja en la segunda de San Isidro mientras que Ponce y Aguado se van de vacío

Morante corta la única oreja en la segunda de San Isidro mientras que Ponce y Aguado se van de vacío
Morante torea de capote al primero de su lote, este viernes en Madrid (Foto: EFE).).

Los toros de Juan Pedro Domecq eran los protagonistas en Madrid este viernes 14 de mayo. Toreaban Enrique Ponce, Morante de la Puebla y Pablo Aguado, protagonistas de uno de los carteles más atractivos de esta Feria de San Isidro en la plaza de Vistalegre, que registró la asistencia de unas 3.000 personas en los tendidos.

‘Remolino’ se llamaba el primero de Juan Pedro, al que Ponce saludó a la verónica, dejó de forma torera en el picador y se lució por airosas chicuelinas. Tras el caballo volvió a acercarlo por verónicas de nuevo, rematando con una larga cordobesa. El animal humillaba y abría la muleta y para aprovecharlo el diestro lo llevó a los medios. Continuó embistiendo, pero Ponce no consiguió ligar una gran faena. Poco a poco el animal se fue apagando. Remató con una estocada trasera y hubo silencio.

El segundo de la tarde fue para Morante de la Puebla, quien lo aprovechó y bordó el toreo a la verónica. Lo mejor vino después, cuando se lució con la diestra aprovechando la inercia de un animal que tomaba bien los dos primeros muletazos, aburriéndose en el viaje desde el tercero y teniendo que tirar Morante de toque fuerte para hacerse con él. Esa fue la tónica que prosiguió el diestro en las siguientes series, dejando un toreo plenamente añejo, siendo tremendamente geniales los doblones de final de faena. Gran tarde la de Morante, quien estuvo acompañado por su amigo Santiago Abascal en los tendidos. Tras estoquearlo se le premió con una oreja.

El tercero de la tarde para el sevillano Pablo Aguado, quien brindó la faena al gran guitarrista flamenco Vicente Amigo. La naturalidad fue el ingrediente fundamental de su toreo con el capote. Sensacionales fueron las verónicas del quite del sevillano.

Con las rodillas en tierra hasta los mismos medios y toreando por la diestra se ganó al público. Pero a partir de ese momento el animal fue a menos, lo que le obligó a abreviar. Tras un pinchazo remató con una buena estocada. Fue ovacionado.

El cuarto de la tarde, un toro de las mismas características que los anteriores, se vino abajo a partir de la primera serie de muleta. Ponce puso mucha voluntad y capote en mano bordó dos buenas series con su derecha. El valenciano tuvo aplomo y entrega pero no tuvo opciones. Pese a rematar bien se llevó el silencio de la plaza.

El quinto, para Morante de la Puebla, fue devuelto por falta de fuerza, siendo sustituido por un toro de Daniel Ruiz, que apretó al diestro de salida. No se lo pensó Morante, que incluso salió con la espada de matar a la faena de muleta, ya que vio que no tenía muchas opciones. Tras unos cuantos muletazos desligados, lo mató con dificultades en medio de los pitos del tendido.

Cerró la tarde Pablo Aguado con ‘Mistela’, nombre del sexto de Juan Pedro, un toro al que le dibujó verónicas desligadas en su comienzo. El animal fue cada vez a menos, quedándose sin fuerza. Por ello Aguado tomó la muleta enseguida. Le duró un suspiro. Tras varios pinchazos remató con una estocada baja y hubo silencio.

 

FICHA DEL FESTEJO

Plaza de toros de Vistalegre, Madrid. Segunda de Feria. Unas 3.000 personas en los tendidos.

Toros de Juan Pedro Domecq y uno, el quinto bis, de Daniel Ruiz.

Enrique Ponce, silencio y silencio.

José Antonio ‘Morante de la Puebla’, oreja y pitos.

Pablo Aguado, ovación y silencio.

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