Un vehículo de Google choca contra un autobús en San Francisco
En contra de lo que hacemos con los humanos, a los ordenadores les exigimos ser casi perfectos. Por eso, el “accidente” que ha tenido ayer uno de los vehículos autónomos de Google está teniendo una repercusión quizá algo exagerada. Y es que, en contra de lo que ha sucedido según Google en el 99,9 por cien de las ocasiones (en las que el culpable de una colisión o roce con un vehículo de Google ha sido un conductor humano), esta vez el desarrollador admite que el software de conducción cometió un error. ¿Eso significa que los vehículos autónomos están lejos de ser seguros? Pues más bien, lo que parece es que lo que sigue siendo peligroso es la mezcla de los conductores humanos con los electrónicos.
Según el informe del accidente, el vehículo de Google, un Lexus RX450h de tipo “SUV” o todoterreno, se colocó en el carril central para girar a la derecha evitando unas bolsas de arena en el carril derecho. El error fue creer que el autobús que le seguía por detrás aminoraría la marcha o pararía para dejarle girar, lo que hizo que el automóvil chocase (a baja velocidad) con el lateral del autobús dañando la rueda derecha, el lateral y el parachoques, además de uno de los sensores del vehículo de Google. Así, el error de software de Google ha sido al parecer confiar de nuevo en la prudencia de los humanos que conducen alrededor.
Tras el incidente, Google ha emitido una nota en la que explica cómo la situación en la que el vehículo ha cometido un error es un giro que tiene bastantes peculiaridades en la que se mezclan las normas de tráfico y las convenciones sociales a la hora de interpretar un giro. Google señala que sus vehículos no sólo deben desarrollar destrezas que respeten las normas de tráfico, sino el “espíritu” de las calles o carreteras, lo que no siempre es fácil. Aún así, Google asegura que el conductor que supervisaba la conducción (de momento los vehículos están obligados a llevar una persona controlando el comportamiento del vehículo), también creía que el autobús debería haber parado o aminorado la marcha para dejarle pasar, lo que significa que posiblemente el accidente se habría producido también con un conductor humano. “Este tipo de confusión se produce entre conductores humanos en la carretera todos los días”, asegura la nota de Google.
Desde hace algún tiempo, Google emite informes periódicos de los progresos de sus vehículos autónomos, incluyendo información detallada de los incidentes en los que se ven envueltos y que hasta ahora habían sido siempre causados por los conductores humanos que circulan a su alrededor. Aún así, Google ha explicado en más de una ocasión que sus vehículos no podrán ser infalibles sino que espera sencillamente que sean bastante más seguros que los humanos a la hora de conducir. En su nota, Google también indica que ha revisado ya el incidente y miles de variaciones de éste en sus simuladores para refinar el software que toma las decisiones en el vehículo. “De ahora en adelante, nuestros coches entenderán mejor que los autobuses (y otros grandes vehículos) son menos propensos a ceder el paso que otros tipos de vehículos, y esperamos gestionar mejor situaciones como esta en el futuro.”