El Samsung Galaxy S7 equipará 6 GB de RAM
Quizá el asunto de la RAM empieza a salirse de lo razonable en los teléfonos Android, ya que dentro de poco, teléfonos como el Galaxy S7 de Samsung pueden alcanzar los 6 GB de memoria: es decir, una dotación muy similar a la que vemos en portátiles y no precisamente de gama baja, en los que 8 GB se considera ya una buena cantidad de RAM para usar Windows 10 y aplicaciones medianamente exigentes. Según ha anunciado Samsung, ya está produciendo en masa los módulos de RAM LPDDR4 (la más rápida que equipan los teléfonos de gama alta) de 12 Gigabit basados en proceso de fabricación de 20 nanómetros. Según Samsung, comparados con los módulos actuales de de 8 Gb, las nuevas memorias de 12 Gb son un 30 por cien más rápidas y el doble de veloces que las memorias DDR4 que usan los ordenadores. A su vez, consumen un 20 por cien menos, lo que ayudará a mejorar la autonomía de los teléfonos.
Las nuevas memorias LPDDR4 de 12Gb permiten crear módulos de 3 y 6 GB de RAM usando dos o cuatro chips en una única unidad, que además se pueden integrar en el mismo espacio que los actuales módulos de 3 GB actuales, lo que hará más fácil actualizar los diseños de los terminales actuales a la nueva capacidad.
Sin embargo, lo más llamativo si cabe es que el anuncio de Samsung ha disparado ya los rumores de que su próximo buque insignia, el Galaxy S7 vendrá con esta impresionante dotación de 6 GB de RAM.
Evidentemente, la ventaja de una mayor cantado de RAM se encuentra en que las aplicaciones pueden manejar mayores cantidades de datos sin tener que acceder a la memoria principal (el almacenamiento flash interno o la tarjeta) y acometer procesos más exigentes, a la vez que el sistema operativo puede gestionar mejor un mayor número de aplicaciones abiertas y procesos simultáneos. Lo que no está claro es si estos 6 GB de RAM van a suponer una gran mejora en fluidez con respecto, por ejemplo, a los teléfonos actuales que ya alcanzan 4 GB de RAM, cuando quizá sería más importante una mayor optimización del sistema (que es en parte lo que promete Android 6).
En contraposición, Apple usa cantidades muy inferiores de RAM en sus teléfonos (el iPhone 6 cuenta con sólo 1 GB de RAM y el nuevo iPhone 6s tiene 2 GB), pero consigue un funcionamiento fluido del sistema y las aplicaciones (en parte por cómo gestiona iOS las tareas en segundo plano, en las que no todos los procesos pueden permanecer activos y su eficaz “recogida de basura” que evita que el teléfono termine sobrecargado).