¿Qué pasó con Nokia? De dominar el mundo a quedarse sin cobertura


Si preguntaras cuál fue el primer móvil de millones de personas en el mundo, una respuesta aparecería una y otra vez, un Nokia. En sus años dorados, era la marca. Resistentes, fiables, con juegos míticos como el Snake, o serpiente, y una batería que duraba una eternidad. ¿Qué pasó con Nokia, entonces, para que hoy solo escuchemos su nombre entre recuerdos o intentos tímidos de regreso?
El error no fue tecnológico, fue de visión
El colapso no fue inmediato, pero fue profundo. Porque no se trató solo de perder cuota de mercado, fue una caída de identidad. Nokia no entendió a tiempo que los móviles dejarían de ser solo teléfonos para convertirse en pequeños ordenadores de bolsillo. Y cuando lo comprendió, ya era demasiado tarde.
En 2007, Apple presentó el primer iPhone. Un móvil con pantalla táctil, sin teclado físico y pensado para navegar, instalar apps y reproducir multimedia. Nokia, por entonces líder indiscutible con modelos como el N95 o la serie 6000, no vio en el iPhone una amenaza real. Apostaron por Symbian, su sistema operativo de siempre, y descartaron Android cuando Google llamó a su puerta.
Fue un error de cálculo. Mientras otros fabricantes se adaptaban al nuevo paradigma, Nokia se quedó atascada en su fórmula de éxito, sin entender que el mercado había cambiado. En solo cinco años, pasó de vender más de 400 millones de móviles al año a ver cómo sus cifras se desplomaban.
El intento con Windows Phone
En 2011, Nokia firmó un acuerdo con Microsoft para usar Windows Phone en sus dispositivos. La jugada era arriesgada, pero buscaba diferenciarse frente al binomio iOS-Android. Los Lumia eran bonitos, con cámaras excelentes, como los PureView, pero el sistema no terminó de cuajar. Faltaban apps, ecosistema, desarrolladores. Y cuando Microsoft compró Nokia en 2013, la marca ya era solo una sombra de lo que fue. Poco después, Microsoft tiró la toalla. Y Nokia, como la conocíamos, desapareció del mapa. Lo que fue un gigante con alma finlandesa quedó reducido a licencias y nostalgia.
¿Sigue existiendo Nokia? Sí, pero no como antes
Desde hace unos años, la marca Nokia ha vuelto tímidamente al mercado gracias a HMD Global, una empresa independiente que fabrica móviles bajo licencia. Los nuevos Nokia son modelos sencillos, de gama de entrada, con Android puro y un enfoque más funcional que ambicioso. También han recuperado algunos clásicos como el 3310 en versión moderna, apelando directamente a la nostalgia.
Pero no, ya no compite con Samsung, Apple o Xiaomi. Al menos no en la liga de los grandes. Ahora su valor está en la memoria de quienes alguna vez tuvieron uno, lo perdieron, lo encontraron intacto semanas después y aún funcionaba.
Más que un móvil, una era
Nokia fue más que una marca. Fue una forma de entender el teléfono, resistente, simple, sin distracciones. No teníamos redes sociales, pero teníamos politonos. No había selfies, pero sí infrarrojos para pasar canciones. Y aunque hoy nuestros móviles hagan mil cosas más, ninguno ha conseguido replicar exactamente esa sensación de confianza que daba un Nokia.
¿Qué pasó con Nokia? Le pasó el futuro, y quizá por eso la recordamos con tanto cariño. Porque representa una etapa en la que los móviles eran herramientas, no centros de nuestra vida digital.
Temas:
- Dispositivos Móviles
- Nokia