Qué es la pasta térmica, para qué sirve y cómo se aplica

La pasta térmica, también llamada silicona térmica, grasa siliconada, grasa térmica o masilla térmica, es un conductor de calor que se aplica entre dos o más componentes que no tienen una conexión directa. Permite la disipación del calor, la cual evita que los componentes se sobrecalienten entre ellos y dejen de funcionar. Como ves, estamos ante una pasta que es totalmente necesaria, especialmente en el campo tecnológico. Sin ella probablemente un equipo informático no duraría mucho en buen estado.

¿De qué se compone la pasta térmica?

Se compone básicamente de óxido de zinc, el cuál hace posible la conductividad de 0,7 a 0,9 watios por metro Kelvin, un valor bastante menor si lo comparamos con los 401 W que hace posible el cobre, siendo de mayor eficiencia que la plata, que tiene un nivel de conductividad de 2 a 3 W y tiene un coste más elevado.

Su uso en los procesadores

Ya sabemos qué es la pasta térmica y su principal uso, aunque debes conocer que se puede utilizar para ensamblar nuestro procesador o tarjeta gráfica, un uso de este componente que suele ser muy habitual.

Comenzamos dejando claro que no necesitamos ser profesionales para armar un ordenador, pero sí que debemos tener conocimientos básicos para ello, puesto que una mala conexión entre los componentes puede causar daños o dejar el equipo con un funcionamiento deficiente.

La pasta térmica se utiliza para controlar el calor que existe entre dos o más componentes, por lo que ayuda a que se optimice el calor en el interior del equipo, disipando las altas temperaturas que pueden generarse al encender nuestro ordenador. Todo ello hace que debamos seleccionar la más indicada y la que puede ayudarnos a satisfacer nuestras necesidades.

Tipos de pasta que existen

• Pasta térmica de metal: Es la más cara, pero también es la que mejor provee de conductividad de calor. Entre sus componentes están incluidos la plata, el cobre y el oro. Esta es la opción más recomendable.
• Pasta térmica de silicona: Es de menos calidad y tiene un precio menor con respecto a la pasta metálica. Es la más adecuada para las tarjetas gráficas.
• Pasta térmica de cerámica: Es la más económica, pero hay que pensar que pierde funcionalidad en menos tiempo que las de silicona o las metálicas.

Esperamos que después de esta entrada conozcas un poco más no solo qué es la pasta térmica, también los tipos y algunos de sus usos más importantes y habituales.

¿Cómo se aplica?

Este producto viene en unos aplicadores muy prácticos de usar, son jeringas y la manera de proceder es simple. Bastará con colocar una pequeña cantidad en el centro del procesador. Un error muy común es el de poner demasiada, lo que hace que rebose por los bordes y pueda manchar la placa base. Si esto ocurriera, tras colocar el disipador, retiraremos con una bayeta el sobrante.