Los 5 errores más comunes al usar una powerbank (y cómo evitar que se estropee)
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Las powerbank se han convertido en una herramienta imprescindible para quienes no quieren quedarse sin batería en el móvil, los auriculares o incluso el portátil. Sin embargo, no todos saben cómo utilizarlas correctamente. De hecho, los errores más comunes pueden acortar su vida útil o hacer que carguen más despacio de lo esperado. Repasamos qué no debes hacer si quieres que tu batería externa funcione como el primer día.
Cargarla siempre al 100% o dejarla descargada del todo
El primero de los errores tiene que ver con los hábitos de carga. Aunque parezca lo más lógico, mantener una powerbank al 100% de carga durante días o dejarla agotarse por completo puede dañar sus celdas de litio. Lo ideal es mantenerla entre el 20% y el 80% siempre que sea posible, igual que ocurre con los smartphones modernos. Además, si no vas a usarla durante mucho tiempo, conviene dejarla al 50% y guardarla en un lugar fresco y seco.
Usar cables de mala calidad o no certificados
Otro fallo muy frecuente es utilizar cables antiguos, dañados o sin certificación oficial. Un cable USB defectuoso no solo reduce la velocidad de carga, sino que también puede provocar sobrecalentamiento o cortocircuitos. Las marcas recomiendan usar cables con certificación CE o MFi en el caso de Apple, y asegurarse de que soportan la misma potencia que la powerbank. Es un detalle que marca la diferencia entre una carga eficiente y una pérdida de energía constante.

Cargar varios dispositivos a la vez sin comprobar la potencia
Muchas baterías externas incluyen varias salidas USB para alimentar distintos dispositivos simultáneamente. Pero no todas soportan la misma potencia total. Si conectas varios aparatos que demandan más energía de la que el powerbank puede entregar, se sobrecalienta o deja de cargar correctamente. Conviene revisar los vatios (W) máximos indicados por el fabricante y priorizar los dispositivos que más necesiten energía, en lugar de enchufarlo todo a la vez.
Exponerla a altas temperaturas o al sol directo
El calor es el enemigo número uno de las baterías. Dejar una powerbank en el coche bajo el sol, sobre una superficie caliente o cerca de una fuente de calor puede provocar daños irreversibles. Las altas temperaturas degradan las celdas internas, reducen la capacidad de carga y pueden incluso generar riesgos de seguridad. Siempre es preferible mantenerla en sombra, en su funda o dentro de una mochila cuando la lleves contigo.
No fijarse en el voltaje de salida y entrada
Cada dispositivo tiene sus propios requisitos de carga, y no todas las powerbank ofrecen el mismo voltaje o amperaje. Si utilizas una batería con una salida inferior a la que necesita tu portátil o tablet, la carga será lenta o directamente no funcionará. En cambio, usar una con salida demasiado alta puede dañar el dispositivo. Antes de comprar o conectar, revisa los datos de entrada (Input) y salida (Output) que aparecen grabados en la carcasa o el manual.
Cómo alargar la vida útil de tu powerbank
Más allá de evitar los errores anteriores, hay pequeños hábitos que ayudan a prolongar su rendimiento. Cargarla una vez cada pocos meses aunque no se use, evitar los golpes o caídas y desconectarla una vez que el dispositivo está lleno son tres gestos básicos. También es buena idea elegir modelos con tecnología de protección integrada contra sobrecargas y temperatura, algo que hoy incorporan la mayoría de las marcas reconocidas.
El futuro de las baterías portátiles
El mercado de las powerbank está evolucionando rápidamente. Cada vez hay más modelos con carga inalámbrica, compatibilidad con MagSafe, e incluso con paneles solares para recargar en exteriores. Las baterías de litio-ferrofosfato (LiFePO4), más seguras y duraderas, empiezan a llegar a los modelos de gama alta, prometiendo más ciclos de vida y mejor eficiencia energética. En los próximos años, las powerbank serán más inteligentes y capaces de adaptarse al dispositivo conectado para optimizar cada carga.
Cuidar una powerbank no requiere grandes conocimientos técnicos, solo sentido común. Evitar el calor, los cables de mala calidad y las cargas extremas basta para garantizar que siga funcionando durante años. Y si la eliges bien desde el principio, tendrás energía extra en cualquier momento sin preocuparte por su durabilidad.
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