La empresa que construyó el edificio incendiado en Valencia quebró en 2010 con una deuda de 600 millones
Fbex es la inmobiliaria catalana que construyó en 2009 el edificio que este jueves ha quedado reducido a cenizas en Valencia, dejando una tragedia con numerosas víctimas mortales. Según ha podido saber OKDIARIO, la empresa se declaró insolvente en 2010 con una deuda de unos 600 millones de euros con unos veinte bancos y debiendo varias decenas de millones de euros más a otros proveedores.
Fbex, que según las primeras informaciones construyó el edificio incendiado con material altamente inflamable y ahora prohibido, se acogió a la fórmula de la insolvencia, que permite entrar en un plazo preconcursal en el que cuentan con un plazo máximo de cuatro meses para negociar con sus acreedores sin declararse en concurso y evitando el riesgo de que le soliciten un concurso necesario.
Una vez superado ese plazo, al no lograr el acuerdo de financiación, presentó concurso de acreedores, conocido anteriormente como suspensión de pagos.
Endeudada hasta las trancas por la crisis, Fbex refinanció en 2008 su deuda de 600 millones de euros con distintos bancos después de vender gran parte de su patrimonio, lo que hizo que su pasivo se quedara en la mitad -antes de eso ascendía a 1.400 millones-. Sin embargo, el tiempo pasó y la empresa no logró salir del pozo de deuda en el que se había metido, como tantas otras compañías inmobiliarias de la época.
En 2010, recién terminado el complejo que se ha incendiado este jueves, Fbex terminó declarándose en quiebra y cerrando.
2008, comienzo del fin
Fbex facturaba en 2008 158 millones de euros al año y tenía unas 60 promociones en marcha, además de varios terrenos para edificar vivienda con un techo construible de unos 1,5 millones de metros cuadrados.
Los 600 millones de deuda que tenía correspondían sobre todo a suelo adquirido para promociones. Sin embargo, la crisis de 2008 provocó que el grupo intentara paralizar, sin éxito, todo su negocio. El estancamiento inmobiliario de la época terminó ahogando financieramente a Fbex.
Fbex no podía mantener su volumen de negocio ni afrontar sus compromisos de pago. La compañía estaba asesorada por la firma PriceWaterhouseCoopers.