Giro en el crimen de Helena Jubany, 24 años después el juez reabre el caso e imputa a una sospechosa
La juez llama a declarar como imputada a la sospechosa que ya fue investigada hace 20 años
El ADN de otro de los sospechosos en el jersey de la víctima, clave en la reapertura del caso


La jueza que instruye el caso del asesinato de Helena Jubany, ocurrido en Sabadell en diciembre de 2001, ha ordenado reabrir la causa contra una de las primeras sospechosas, Ana Echaguibel, y pedido que se obtenga una muestra de su ADN 24 años después de que la víctima cayera desde una azotea.
La reapertura del caso y de la investigación judicial llega después de las nuevas pruebas obtenidas del análisis de restos biológicos en el jersey que Jubany llevaba el día de su muerte.
Esas pruebas ya motivaron hace unos días que la jueza citara a declarar el próximo 26 de septiembre a Santiago Laiglesia, otro de los sospechosos, después que su ADN apareciera en dicha prenda. Ahora, la juez quiere comprobar si Echaguibel también dejó su ADN en la misma prenda.
Última oportunidad para aclarar el crimen
La instructora justifica la imputación de los sospechosos argumentando que en el momento en el que se dictó el auto de sobreseimiento provisional sobre la sospechosa sólo se había hallado material genético de la víctima, pero el análisis de las muestras conservadas con «nuevos métodos científicos», que no estaban disponibles en 2001 y 2005, constituyen suficiente material probatorio nuevo y distinto del que existía.
La juez admite que ya se han agotado la totalidad de los medios de investigación y la instrucción está prácticamente agotada, a falta de que se completen los estudios de ADN.
El crimen de Helena Jubany
El cadáver de Helena Jubany fue encontrado el 2 de diciembre de 2001 en un patio de luces de la localidad de Sabadell, tras ser arrojado desde la azotea. Estaba desnuda, con quemaduras y tenía restos de drogas. La víctima tenía 27 años cuando se cometió el crimen y era bibliotecaria en Sentmenat (Barcelona). La investigación certificó que se trataba de un homicidio pero en 2005 se archivó la causa por falta de pruebas.
La autopsia reveló que Helena fue drogada antes morir y cuando fue arrojada al vacío, estaba inconsciente pero aún vivía en el momento del crimen. En su cuerpo se halló benzodiacepina. Meses antes de los hechos, la joven recibió un par de notas anónimas con bebidas que estaban contaminadas con esa misma sustancia. Esas notas estaban relacionadas con el grupo de excursionistas de Sabadell con los que compartía actividad.
Según los investigadores, estos dos envíos se trataban de una especie de pruebas para calcular la dosis necesaria para dejar inconsciente a la víctima, aunque también se barajó la hipótesis de que se hubiera tratado de un juego de rol.