Giro en el ‘caso Helena Jubany’: hallan ADN compatible con un sospechoso en la ropa de la víctima

La investigación del asesinato de Helena Jubany ha dado un nuevo giro. La Policía Científica ha concluido que en el jersey que llevaba la joven en el momento de la muerte hay perfiles de ADN compatibles con uno de los investigados.

Se da así un paso más en la resolución del crimen que acabó con la vida de la joven el 2 de diciembre de 2001 en Sabadell (Barcelona) tras ser lanzada al vacío del patio interior del bloque en el que vivía. Su cadáver fue hallado sin ropa, la cara desfigurada y con varias quemaduras. Además, en la autopsia hallaron un alto contenido de benzodiacepinas, un potente somnífero.

Según ha informado la familia de Helena Jubany, la Unidad Central de Análisis Científicos ha hecho llegar un informe de 14 páginas al juzgado de Sabadell en el que se recoge que en el jersey que llevaba la víctima en el momento de su muerte se han encontrado coincidencias con el perfil genético del investigado. Ello tras realizar dos tipos de prueba: estudios de cromosoma Y (masculino) y estudios de ADN nuclear autosómico (STRs-NGS).

Respecto a las pruebas de cromosoma, recogen que no hay discrepancias entre la mezcla y el perfil del investigado, por lo que no se puede descartar la presencia de ADN del investigado. En cuanto a las pruebas de ADN nuclear, apuntan que «es 24 veces más probable que S.L.P. (uno de los investigados) y otras tres personas cualesquiera hayan contribuido a la mezcla que si ésta se hubiera producido por cuatro desconocidos».

Al final de dicho informe, la Policía Científica se ofrece a continuar investigando y pide que «en el caso de existir alguna otra persona relacionada con estos hechos, se remita una muestra para proceder al estudio del perfil genético».

Una vez expuestos estos datos, la familia de la joven está estudiando con su abogado, Benet Salellas, los próximos pasos a dar en el procedimiento judicial.

Asesinato de Helena Jubany

Helena Jubany fue arrojada hacia un patio interior del bloque en el que vivía en la madrugada del 2 de diciembre de 2001. Su cadáver fue hallado por la mañana sin ropa, la cara desfigurada y varias quemaduras por todo el cuerpo.

La joven tenía 27 años y era periodista y bibliotecaria y tenía relación con la Unión Excursionista de Sabadell, donde residía. De hecho, a este grupo pertenecían las personas que han sido investigadas en este caso.

Meses antes de su muerte, entre septiembre y octubre, la joven recibió varios anónimos. El primero de los escritos decía textualmente: «Helena, sorpresa. Pasábamos por aquí y hemos dicho ‘A ver Helena qué se explica’. Somos ??? (Te llamaremos) A comérselo todo». Esta extraña misiva iba acompañada de una botella de horchata, la bebida favorita de Helena.

Semanas más tarde recibió una segunda nota, algo más extensa y con más datos, que decía lo siguiente: «Helena, ante todo esperamos que te tomes esto con el mismo sentido del humor que nosotros. A la tercera revelaremos el misterio. Muy seguro te echarás unas risas. Nos gustaría mucho volver a coincidir en una excursión de la UES. Ya lo hablaremos! Ahora vamos a ver si encontramos un lugar bueno, bonito y barato en Sabadell para perfeccionar el inglés. Ah! Buen provecho, no nos hagas un feo, eh?! En la tercera ya nos invitarás tú, sin duda. Besos». En esta ocasión, venía acompañada de un zumo que sí se bebió. Al hacerlo, se sintió muy indispuesta e intrigada, encargó un análisis en el que hallaron benzodiazepinas.

Semanas más tarde, el 2 de diciembre, un vecino de Helena Jubany encontró su cadáver. La joven también tenía un alto contenido de benzodiacepinas en sangre en el momento de su muerte.

La investigación de la muerte de Helena puso el acento en la Unión Excursionista de Sabadell, de hecho, tres miembros del grupo fueron investigados, una de ellas se quitó la vida en la cárcel y los otros dos siguieron encartados hasta el año 2005, cuando el juzgado archivó la causa ante la aparente falta de indicios sólidos. Siete años después, en marzo de 2012, la Policía Nacional presentó un nuevo atestado para solicitar al juez instructor la intervención de los teléfonos de S.L. y X.J. como sospechosos, algo que finalmente fue rechazado.

Todo quedó paralizado hasta junio de 2020, cuando Benet Salellas solicitó que se reabriera el caso aportando cuatro testigos y tres pruebas. Una vez reabierta la causa y la declaración de varios testigos, se vuelve a cerrar el caso hasta que en junio de 2021 el juez ordena que se inspeccione el disco duro de la víctima. Aquí encontraron a varias personas que chateaban con Helena y que fueron interrogadas.

Ya en 2022 encontraron ADN en el jersey de Helena que podría ser compatible con los investigados. Ahora, se han hallado restos que podrían ser compatibles con el principal sospechoso.