La Generalitat se lava las manos con el suicidio de las gemelas y culpa a la «situación familiar y social»
La dirección del colegio Institut Llobregat no ayudó a los padres de Alana y Leila cuando fueron a hablar del acoso de sus hijas
El primo de las niñas argentinas que sufrieron racismo en Cataluña: «Se reían de ellas por su acento»
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La Conselleria de Educación de la Generalitat ha emitido un comunicado en el que niega el caso de acoso escolar a las niñas de origen argentino, Alana y Leila, que se tiraron por un balcón el pasado martes en el pueblo de Sallent (Barcelona) tras sufrir bullying por no hablar catalán. «Recibían atención psicológica en el centro educativo y seguimiento especial por parte de una orientadora debido a su situación familiar y social», afirma la Generalitat, a pesar de que en sus cartas de despedida a sus familiares Alana y Leila explicaron que no pudieron soportar el trato vejatorio y humillante recibido en el colegio Institut Llobregat.
«Estaban siendo atendidas y recibían seguimiento por parte de los servicios sociales del Ayuntamiento y que una de ellas se había derivado a los servicios públicos de salud mental (CESMIJ)», se ha esgrimido en un texto en el que se evita asumir la responsabilidad de la razón por la que las dos niñas se tiraran por el balcón el pasado martes. Alana consiguió matarse, mientras Leila se recupera de las heridas en el hospital Parc Taulí de Sabadell.
En este sentido, una de las líneas de investigación de los Mossos d’Esquadra se centra en el nivel de integración de la familia en el pueblo de Sallent, ubicado a unos 70 kilómetros de Barcelona. Todo a pesar de que durante las entrevistas que han realizado a los familiares queda claro que los padres de las niñas argentinas, ambos con trabajo, forman una familia sólida y perfectamente estructurada.
Kevin, primo de las gemelas argentinas acosadas en el Institut Llobregat, ha reconocido que los progenitores que conocían lo que les ocurría a sus hijas estaban poniendo medios para ayudar a las gemelas: habían ido a hablar con la dirección del centro, la cual apenas les ayudó, habían contratado a un psicólogo, el cual iba a empezar las sesiones con las niñas, y habían dado consejo a sus hijas sobre cómo actuar ante el acoso sufrido.
Según la investigación de los Mossos d’Esquadra, «no existen indicios de criminalidad» en la decisión de las dos pequeñas de poner fin a sus vidas. Su hipótesis se centra en que las menores habrían saltado de manera voluntaria. Sin embargo, han aclarado que todavía «hay una investigación abierta en la que no se descarta ninguna hipótesis sobre la motivación» de la tragedia, donde las declaraciones de los familiares son clave para esclarecer lo sucedido el martes pasado cerca de las tres de la tarde en un edificio situado en la calle La Estación en el pueblo de Sallent.