Alerta en Japón por la presencia de un gato tóxico en las calles

Japón está en alerta por un gato tóxico que, después de caer el pasado domingo a un tanque de residuos en la fábrica metalúrgica Nomura Plating Fukuyma, comenzó a deambular por la calle. La ciudad de Fukuyama, en la prefectura de Hiroshima, donde se produjo el suceso, ha advertido a sus ciudadanos de que no se acerquen ni toquen a un felino desaparecido. Por el momento, se desconoce el paradero del gato tóxico.

Las cámaras de seguridad de la zona captaron cómo el felino salía de la fábrica dejando un rastro cerca del contenedor de químicos tóxicos. Un trabajador fue quien dio la voz de alarma al descubrir estas pistas. Según han informado los empleados, el felino pudo haber caído al contenedor al intentar escapar de la fábrica.

Los trabajadores deben utilizar mascarillas y guantes de goma cuando trabajan con la sustancia que se encontraba dentro del contenedor. Al parecer se trataría de cromo hexavalente, también conocido como cromo 6, que puede causar erupciones en la piel, irritaciones, daño en los ojos, así como cáncer de pulmón si se inhala, según han informado las autoridades japonesas.

Por otro lado, el equipo medioambiental de la ciudad de Fukuyama ha dicho que el gato puede estar «muerto», pero pidió que ante cualquier avistamiento de un gato con anomalías debería «informarse» a los funcionarios de la ciudad o a la Policía, y la gente no debería «tocarlo» en absoluto.

Los efectos que causa la radiación

Ante este suceso, si se diera el caso de que una persona estuviera cerca del gato impregnado de residuos tóxicos, las consecuencias pueden ser variadas. Afortunadamente, las células de nuestro cuerpo son eficientes para reparar el daño que la radiación, en pequeñas dosis, puede ocasionar. No obstante, si el daño no se repara correctamente, una célula puede morir o volverse cancerígena.

En cambio, la exposición a niveles muy altos de radiación, por ejemplo, por estar cerca de una explosión atómica, puede causar efectos agudos sobre la salud, entre ellos, quemaduras de piel y síndrome de radiación aguda, también llamada radiotoxemia, además de provocar, a largo plazo, enfermedades como el cáncer o enfermedades cardiovasculares.

Para calcular los efectos de la radiación sobre la salud, es importante comprender tanto el tipo de radiación recibida, como la forma de exposición de la persona (externa o interna) y el tiempo de exposición, por lo que depende de:

• La energía de la radiación que emite.
• El tipo de radiación (alfa, beta, gamma, rayos X).
• Su actividad (la frecuencia con la que emite la radiación).
• La velocidad a la que el cuerpo metaboliza y elimina los radionúclidos tras la ingestión o inhalación.
• El lugar del cuerpo donde se concentra el radionúclido y por cuánto tiempo permanece allí.
• Si la exposición es externa o interna.

Los niños y los fetos son especialmente sensibles a la exposición a la radiación. Las células de los niños y los fetos se dividen rápidamente, por lo que brindan más oportunidades de que la radiación perturbe los procesos y cause daño celular.