San Fermín

Los toros de Victoriano del Río dan emoción al quinto encierro y se cobran un herido por asta

Los toros de Victoriano del Río dan emoción al quinto encierro y se cobran un herido por asta
Los toros de la ganadería de Victoriano del Río, de Guadalix (Madrid), entran a la Plaza Consistorial de Pamplona, durante el quinto encierro de los Sanfermines 2019.

Los toros de Victoriano del Río han dado este jueves emoción al quinto encierro, algo menos rápido que los anteriores. La manada ha corrido más estirada y hoy, por fin, ha dado oportunidades a los mozos para lucirse. Uno de ellos ha sufrido una cornada en un brazo.

Junto al valenciano corneado, un joven de 27 años, han sido trasladados al hospital otros cinco corredores con los habituales traumatismos y contusiones.

El encierro se ha alargado hasta los 2 minutos y 50 segundos debido a que uno de los toros de la ganadería madrileña se ha quedado rezagado en la plaza y ha tardado más en ser dirigido hacia chiqueros.

El encierro, aunque rápido en comparación con años anteriores, no ha sido tan veloz como en los días previos porque hoy no han participado «Messi» y «Cristiano», los dos cabestros que han estado encabezando la manada de forma trepidante y con el resto de mansos han dirigido en compacto grupo estas carreras, lo que ha generado cierta decepción en muchos corredores habituales por la práctica imposibilidad de meterse entre las astas y aguantar su velocidad.

Esta dificultad para protagonizar carreras ha provocado incluso un conato de protesta entre grupos de mozos, que han realizado breves sentadas en partes del recorrido poco antes de iniciarse el encierro.

También hay que tener en cuenta el líquido antideslizante que cubre el empedrado de las calles, lo que ha evitado resbalones y caídas de todos y corredores.

El encierro, sin embargo, ha comenzado sin problemas a 8 en punto de la mañana desde los corrales de Santo Domingo encabezado por los dos cabestros líderes este jueves, a los que seguían en compacta manada los de Victoriano del Río, cinco negros y un castaño, que han subido veloces la cuesta hasta el encuentro con los mozos.

La velocidad ha sido de nuevo la tónica en la primera parte del recorrido, en el que se han producido numerosas caídas, al igual que a su paso por la Plaza Consistorial, por donde la torada ha avanzado a buen trote.

Los cabestros han comandado de nuevo la toma de la curva de Estafeta, donde los toros no han llegado a tocar el vallado ciego y han seguido limpiamente su carrera, aunque cada vez más estirados sin llegar a perder el grupo.

Ya aquí un toro negro junto a dos cabestros han cogido la cabeza del encierro, seguidos por otros dos cabestros y metros después el resto de bravos y mansos, ya con breves huecos entre ellos para satisfacción de los mozos, mientras que el castaño seguía cerrando el grupo con miradas a su derecha.

Con los toros apretando han completado la larga calle Estafeta hasta llegar al tramo de Telefónica, donde se ha producido la única cornada confirmada hoy, la de un joven de 27 años de Valencia, herido por asta en un brazo.

A la plaza de toros han entrado en esta disposición, con dos cabestros y un toro en cabeza, otro buey junto a un bravo, dos toros más, y los dos últimos, uno de los cuales ha quedado sobre el coso despistado durante unos segundos, lo que ha alargado la duración de un encierro que de nuevo ha sido muy rápido.

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