Separar a la madre del bebé tras la gestación subrogada puede afectarles psicológicamente

Separar a la madre del bebé tras la gestación subrogada puede afectarles psicológicamente

La separación entre la mujer y el bebé tras el parto en los procesos de gestación subrogada podría afectarles psicológicamente debido a la ruptura del «vínculo del apego» que se genera entre ambos durante el embarazo, según un informe de la Cátedra de Bioética ‘Jérome Lejeune’ sobre esta práctica que es ilegal en España.

«Los intercambios bioquímicos y afectivos que el recién nacido mantiene con la madre, cuyo vínculo de apego se instaura al comienzo del embarazo, mediante un intercambio constante, van creando, organizando y sosteniendo las bases de la identidad del niño», indican sus autores, que advierten de que la ruptura «radical» de esta unión, al entregar el bebé a los padres de intención, «podría generar en la madre una serie de consecuencias todavía no bien valoradas, y en el recién nacido, podría afectar al desarrollo de su identidad».

Esta es una de las principales conclusiones de este documento con el que sus autores piden que se reflexione de manera «interdisciplinar» sobre cuestiones como la anteriormente mencionada antes de afrontar al debate sobre la legalización o no de la gestación subrogada en España.

Así, plantean que en estos procesos pueden producirse problemas de carácter médico para la salud de la mujer, derivados de los tratamientos de fertilidad a los que es sometida, y que estos también pueden afectar al desarrollo del feto. También alertan de la «vulnerabilidad y falta autonomía de la mujer», cuyo cuerpo se «utiliza y mercantiliza» y aseguran que «muchas» mujeres en países en desarrollo participan de este «negocio» como una forma de subsistencia ante la falta de ingresos.

El documento pone de relieve la posible «falta de control» sobre la calidad y, sobre todo, la trazabilidad del material genético, debido a que los bancos de óvulos y esperma «operan de forma global». Asimismo, advierte de los problemas de filiación y registro en España de los recién nacidos por gestación subrogada en el extranjero, que se pueden alargar durante meses con «consecuencias negativas» para el niño.

La Cátedra de Bioética ‘Jerome Lejeune’, recuerda que el derecho del menor a conocer a sus padres biológicos de la Convención de los Derechos del Niño de la ONU se «niega» a los nacidos por gestación subrogada, pues, en su mayoría, son fruto de la donación de esperma y óvulos de donantes anónimos.

También señala que se dan «casos de abandono de niños con discapacidad intelectual o física» tras el nacimiento por parte de los progenitores que han realizado el contrato, o incluso, si durante la gestación conocen que el bebé tiene discapacidad, deciden «eliminarlo eugenésicamente» (aborto), sin que tome parte la mujer gestante.

«Por estos y otros problemas es necesario un debate riguroso y profundo en España sobre la cuestión; un debate que no responda solo a necesidades políticas o inmediatas de una de las partes, sino que tenga en juego las cuestiones médicas, éticas y legales de las personas cuyos cuerpos y vidas están en juego, a saber, las de la mujer gestante y, sobre todo, la del más vulnerable, el menor», concluye el documento.

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