¿Qué santos se celebran hoy, jueves 4 de julio de 2024?

¿Qué santos se celebran hoy, jueves 4 de julio de 2024? El 4 de julio es una fecha especial en Estados Unidos ya que se celebra su día de la Independencia, pero es además una fecha marcada en el calendario litúrgico de la Iglesia Católica por la celebración de varios santos y beatos que, a lo largo de la historia, han dejado una huella imborrable en la fe cristiana. Estas figuras santas son recordadas y veneradas por sus vidas ejemplares, dedicadas al servicio de Dios y de los demás, y su legado continúa inspirando a los fieles en todo el mundo.

Hoy, jueves 4 de julio de 2024, nos detenemos a celebrar y reflexionar sobre las vidas de varios santos que con su devoción y sacrificio nos muestran el camino de la santidad. A continuación, presentamos las biografías de cuatro de estos santos, cuyos testimonios de fe son dignos de ser conocidos y venerados.

Santa Isabel de Portugal

Santa Isabel de Portugal, conocida también como Santa Isabel de Aragón, fue una mujer nacida en el castillo de la Aljafería hacia 1270 y fallecida en Estremoz el 4 de julio de 1336. Hija de Pedro III y la princesa Constanza de Sicilia, y nieta del rey Jaime I el Conquistador, su crianza estuvo marcada por una esmerada educación que influyó significativamente en su posterior desarrollo personal y espiritual.

Desde temprana edad, Santa Isabel mostró una notable inclinación hacia la piedad y la imitación de los buenos ejemplos presentes en las vidas de santos y personas virtuosas. Su formación enfatizó la importancia de la mortificación de los gustos y caprichos, así como el esfuerzo por evitar aquello que pudiera conducirla al pecado. Estos principios, inculcados por sus educadores, contribuyeron en gran medida a la formidable santidad que demostró posteriormente.

A lo largo de su vida, Santa Isabel enfrentó intrigas palaciegas y conflictos familiares con dignidad y paciencia, refugiándose en una intensa piedad religiosa y en la atención a los pobres. A pesar de su posición como reina, madre y abuela de reyes, no dudó en intervenir en los conflictos cuando fue necesario, demostrando coherencia con sus responsabilidades.

Su matrimonio con el rey Dionisio de Portugal dio fruto a dos hijos, Constanza y Alfonso, aunque el monarca tuvo otros seis hijos bastardos. Los conflictos sucesorios y las tensiones familiares marcaron parte de su vida, siendo testigo de enfrentamientos entre el heredero legítimo de la corona y su padre.

Además de su rol como madre, Santa Isabel intervino activamente en la política, contribuyendo a resolver conflictos entre reinos cristianos y participando en acuerdos que beneficiaron a la Corona de Aragón. A pesar de las dificultades familiares y políticas, demostró una notable capacidad para mediar y buscar soluciones pacíficas.

Tras el fallecimiento de su esposo, se retiró al convento de Coimbra, fundado por ella misma, donde falleció mientras intentaba reconciliar a su hijo y nieto. Su cuerpo, incorrupto durante tres siglos, emitió un aroma a maderas, sándalo y rosas al ser descubierto. Estas mismas rosas aparecieron entre sus manos en un acto de caridad, simbolizando su generosidad y devoción.

Santa Isabel de Portugal fue canonizada el 25 de abril de 1625 por el papa Urbano VIII y su cuerpo se encuentra venerado en el convento de las Clarisas en Coimbra. Su legado perdura como ejemplo de virtud, compasión y firmeza en la fe, inspirando a generaciones posteriores con su vida dedicada al servicio a Dios y a los más necesitados.

San Andrés de Creta

San Andrés de Creta, también conocido como San Andrés de Jerusalén, nació alrededor del año 660 en Damasco. Es célebre por su talento como predicador y por su extraordinario don para la composición de himnos litúrgicos. Ordenado diácono en Jerusalén, fue enviado a Constantinopla, donde desarrolló gran parte de su ministerio. Posteriormente, fue nombrado arzobispo de Creta. San Andrés es especialmente recordado por su «Gran Canon», una extensa y conmovedora composición penitencial que se canta durante la Gran Cuaresma en la Iglesia Ortodoxa. Falleció en el año 740 y su legado continúa vivo en la liturgia oriental.

San Udalrico de Augsburgo

San Udalrico de Augsburgo fue un obispo alemán que vivió en el siglo X. Nació alrededor del año 890 en Suabia, una región de Alemania. Fue nombrado obispo de Augsburgo en 923 y se destacó por su liderazgo durante tiempos de invasión y conflicto. San Udalrico es especialmente venerado por su defensa de la ciudad contra los ataques húngaros y su incansable trabajo en la reconstrucción de la diócesis. Además, fue conocido por su profunda espiritualidad, su dedicación a los pobres y su celo pastoral. Murió el 4 de julio de 973 y fue canonizado en 993, siendo el primer santo canonizado oficialmente por un Papa.

Beato Pedro Jorge Frassati

Beato Pedro Jorge Frassati, conocido también como Pier Giorgio Frassati, nació en Turín, Italia, en 1901. Fue un joven laico dominico conocido por su profunda fe, su amor por la naturaleza y su dedicación al servicio de los pobres. Estudiante de ingeniería, Pedro combinaba sus estudios con un activo apostolado en las Conferencias de San Vicente de Paúl y otras organizaciones caritativas. Su vida fue un testimonio de alegría cristiana y servicio a los necesitados. Murió a la edad de 24 años debido a una poliomielitis fulminante, dejando un legado de santidad en la vida cotidiana. Fue beatificado en 1990 por el Papa Juan Pablo II.

Otros santos que se celebran el 4 de julio

Junto a los mencionados, en este 4 de julio se celebra también a estos otros santos:

• Santa Berta de Blangy
• San Cesidio Giacomantonio
• San Florencio de Cahors
• San Jocundiano (mártir)
• San Lauriano de Vatan
• San Nanfanión (mártir)
• San Valentín de Langres
• Beata Catalina Jarrige
• Beato José Kowalski
• Beato Juan de Vespignano