Martin Varsavsky: «La conducción será más segura cuando todo sean máquinas»

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¿Qué futuro nos espera?, ¿viviremos en un mundo de robots rodeados por ellos? ¿Nos quitarán el trabajo? ¿Cuáles serán las profesiones del futuro? Respondemos a estas preguntas en la segunda parte de la entrevista de Martín Varsavsky, fundador de Jazztel y otros cuatro unicornios, además de otras empresas que también parecen tener un gran futuro.

En la primera parte de esta entrevista, nos habla del futuro de la fecundación in vitro. En esta segunda parte, se centra en ese mundo de robots que nos acecha, especialmente en el de los coches autónomos, sobre los que nos cuenta que «no deciden, sino que tan sólo establecen una probabilidad y optan por la que tenga menos posibilidades de accidente o de matar». Él lo tiene claro: «La conducción será más segura cuando todo sean máquinas». Lo cierto es que, como él mismo explica,»dentro de 10 años, la mayoría de los coches serán autónomos, pero la transición es complicada».

Según un estudio de IDTechEx en base a los datos del departamento de vehículos a motor del Estado de California y de la NHTSA, en 2024 los vehículos autónomos podrán circular con la misma seguridad que el americano medio. En cambio, Jim Rowan, CEO de Volvo (compañía que ha destinado muchos recursos desde hace muchos años en el campo de la conducción autónoma) no es tan optimista. Se muestra más cauto. Hace apenas una semana afirmaba que «los coches 100% autónomos no serán una realidad a corto plazo».

Lo que si que es real es que Elon Musk con Tesla, Google con Waymo, Intel con Mobileye, Amazon y Uber con Aurora, entre otros, trabajan para cumplir esa afirmación. Pero el peregrinaje es duro. Algunos desisten en este sueño. Fue el caso de Argo AI, una de las empresas de referencia del sector. Ford y Volkswagen (propietarios del 84%), le retiraron su financiación y la disolvieron por el retraso en la producción de modelos rentables con un nivel 4 de automatización que es el que permite que los vehículos no requieran interacción humana en prácticamente ninguna circunstancia.

En China y en EEUU, aquel desafío total, al que Paul Verhoeven dio vida en 1990 con una dirección magistral, se ha hecho realidad. En China, Pony.ai (financiada por el fabricante japonés Toyota) obtuvo la primera licencia oficial de taxi en la ciudad china de Guangzhou y la tecnológica Baidu realizó 115.000 viajes, 16 millones de kilómetros de conducción autónoma, con sus robotaxis de prueba en varias ciudades entre julio y septiembre de 2021 (pruebas que ya comenzaron en 2018). Su objetivo lo tenían claro, al menos, así lo dejó Robin Li, cofundador de Baidu: expandir las operaciones a 65 ciudades en el año 2025 y a 100 en 2030. Estas pruebas se hicieron tangibles en la vida real de los ciudadanos en mayo de 2021 en Pekín, cuando comenzaron a ofrecer el servicio de robotaxi con una persona en el asiento del copiloto que puede tomar el control del vehículo en casos de emergencia. El precio: 30 yuanes.

En EEUU, Google ya está operando flotas de coches autónomos con su empresa Waymo (la que más casos de accidentes en vehículos autónomos tiene, con 62 casos) y con Cruise comenzó sus primeras pruebas en octubre de 2020. Hoy, San Francisco es una de las primeras ciudades del mundo que está experimentando ya con los robotaxis, si bien lo hace con limitaciones. De momento, de la flota de 150 vehículos con que cuenta Cruise, únicamente pueden circular 30, su circulación está restringida a un área específica de la ciudad y en la franja horaria nocturna de 22:00 a 6:00 horas y la velocidad máxima es de 50 km/h.

Tenemos que sumar los robobuses y otros vehículos pesados, como los camiones de mercancías, que parece también tienen un futuro prometedor. De hecho, el pasado mes de diciembre, la compañía TuSimple realizó sin incidentes un viaje de 130 kilómetros en Arizona con uno de sus camiones autónomos.

Muy diferente es el panorama en España porque, para circular por carretera, los robotaxis necesitan alcanzar un nivel 5 de su tecnología; sin embargo, aunque todas las marcas disponen de vehículos que tienen la tecnología necesaria para llegar al nivel SAE 5, la normativa todavía no permite la circulación de vehículos con un nivel SAE 3 o superior.

Nuestro protagonista, Martin Varsavsky, siempre ha sabido adelantarse al futuro eligiendo tecnologías emergentes clave, como los móviles, la fibra óptica, las energías solar y eólica, y construyendo compañías en torno a ellas, tanto en Europa y Estados Unidos. Ahora, apuesta por las flotas de coches autónomos con Goggo Network que, junto con Mobileye, anunció una alianza para implementar hasta cuarenta vehículos autónomos de reparto en ciudades españolas y francesas. Los coches son de nivel 4 de autonomía, con varias cámaras, entre ellas, una gran angular en el parabrisas y que es la que obtiene la imagen que envía al procesador Eye Q, que la procesa y detecta objetos como vehículos estacionados y circulando, peatones, señales de tráfico y cualquier otro objeto o ser vivo. La información es constante, cada 27 milisegundos se realiza el cálculo de la posición y la distancia del vehículo. El proyecto suena ambicioso, pero, de momento, tendrá que esperar, al menos un poco más, porque según nos cuentan Varsavsky y sus directivos, todavía no está implantado.

También apuesta Varsavsky por los robots de reparto, pequeños carritos rectangulares de aproximadamente un metro de largo, medio metro de ancho y unos 70 centímetros de alto, que hacen de repartidores. Día y Telepizza fueron sus primeros socios en octubre de 2022, pero todavía no son 100% autónomos. Necesitan de empleados de Goggo. A fecha de hoy, tienen un vehículo autónomo (furgoneta) que opera en París para repartos de Carrefour y robots autónomos que operan en Alcobendas para Día, Telepizza y Healthy Poke, y otros en Zaragoza para Panishop.

Varsavsky no ve un futuro sin un uso intensivo de la tecnología, la usaremos para casi todo, de eso está seguro, pero también afirma que no se imagina un año en el que todo llega, sino un avance gradual del que quiere formar parte. Por ello, trabaja en pro de ese avance. Accionista de una empresa que tiene seres digitales, nos cuenta que, en ella, hacen entrenamiento con profesores que son robots que parecen seres humanos.

Los robots ya están circulando… Varsavsky nos arroja luz sobre el tema, las profesiones del futuro e incluso comparte con nosotros una idea para evitar que suba el nivel del mar. Es el futuro que nos espera.

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