El Gobierno de May se compromete a prohibir la terapias de ‘conversión’ para homosexuales
El Gobierno británico se ha comprometido prohibir la terapia de conversión homosexual en el país mientras establece planes para mejorar las vidas de las personas del colectivo LGTB después de que una encuesta nacional demostrara que muchos experimentaron prejuicios y discriminación.
La primera ministra, Theresa May, ha señalado que el plan, que está dotado 75 puntos, tiene como objetivo generar un cambio duradero y abordar las «ardientes injusticias» a las que se enfrentan las personas lesbianas, gays, bisexuales y transgénero (LGBT), que se han demostrado en una encuesta en la que han participado más de 108.000 personas.
«Me sorprendió la cantidad de encuestados que dijeron que no podían ser abiertos en cuanto a su orientación sexual», ha afirmado May en un comunicado. «Nadie debería tener que ocultar quiénes son o a quién aman», ha aseverado.
Más de dos de cada tres encuestados al ser preguntados sobre seguridad, salud, educación y trabajo afirmaron que evitaron coger de la mano a su pareja en público por miedo a una reacción negativa.
Además, casi uno de cada cuatro admitió haber experimentado una reacción negativa por parte de sus amigos debido a su orientación sexual.
El Gobierno ha asegurado que buscará prohibir la «práctica abominable» de la terapia de conversión para «curar» a las personas de la homosexualidad, que el dos por ciento de los encuestados dijeron que habían sufrido. A otro cinco por ciento se lo han ofrecido.
Naciones Unidas dijo el mes pasado que quería una prohibición global de la terapia basada en la idea de que la homosexualidad es un trastorno mental o una condición médica.
Si bien la práctica ha sido ampliamente desacreditada, solo Brasil, Ecuador y Malta la prohíben a nivel nacional, según la Asociación Internacional de Lesbianas, Gays, Bisexuales, Trans e Intersex.