Las frases célebres y más divertidas de Mariano Rajoy: imposible olvidarlas
El ex presidente se sienta en 'El Hormiguero' para presentar su nuevo libro
Mariano Rajoy lleva una vida tranquila desde que dejó la presidencia del Gobierno
"Los españoles son muy españoles", dijo en una ocasión
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Mariano Rajoy se ha convertido en noticia con su participación en El Hormiguero, donde presentará su nuevo libro, El arte de gobernar. Con su característico sentido del humor, el ex presidente del Gobierno regresa a la televisión para compartir reflexiones sobre su etapa política y su manera de entender el poder. Rajoy ha sabido mantenerse a través de una personalidad que combina la sobriedad con una sorprendente capacidad para conectar con el público.
Durante su trayectoria al frente del Partido Popular y posteriormente como presidente del Gobierno, Rajoy demostró una notable habilidad para mantener el control en medio de los momentos más complicados. Curiosamente, muchas de sus frases más recordadas no nacieron de largos discursos preparados, sino de su espontaneidad natural.
Expresiones como «un vaso es un vaso y un plato es un plato» o «los españoles son muy españoles y mucho españoles» se convirtieron en virales en cuestión de minutos, dando pie a innumerables bromas en redes sociales y programas de televisión. Sin embargo, detrás de ese aparente despiste se escondía un líder que comprendía perfectamente la importancia del lenguaje y sabía que una frase sencilla podía tener más impacto que una larga intervención. Para algunos analistas, su capacidad para reírse de sí mismo le permitió suavizar el debate público y humanizar la figura del político en un momento en que la crispación era constante.
Las famosas frases de Rajoy
A lo largo de los años, Rajoy ha dejado una colección de frases que, más allá de la anécdota, se han transformado en un elemento casi cultural dentro del panorama español. Algunas de ellas, pronunciadas en los momentos más inesperados, mostraban una mezcla de lógica implacable y desconcierto humorístico que lo distinguían de otros líderes.

En una ocasión preguntó en el Congreso: «¿Ustedes piensan antes de hablar o hablan tras pensar?», una intervención que, más allá de su tono irónico, reflejaba su tendencia a reflexionar sobre la propia dinámica política. En otra, afirmó que «hay que fabricar máquinas que nos permitan seguir fabricando máquinas, porque lo que no va a hacer nunca la máquina es fabricar máquinas», una frase que, pese a las bromas, mostraba su particular modo de entender el progreso y la innovación. Tampoco se olvida su comentario «porque después del año 14 viene el año 15», una afirmación que, por su sencillez, terminó siendo uno de los grandes símbolos de su forma de expresarse.
A pesar de que muchas de estas intervenciones fueron utilizadas para hacer humor, Rajoy supo mantener una imagen pública basada en la calma, el equilibrio y la coherencia. Nunca trató de desmentir ni de corregir sus lapsus; más bien los asumía con naturalidad, consciente de que esa espontaneidad formaba parte de su identidad. Esa manera de afrontar la exposición mediática sin dramatismos lo convirtió en un político diferente, capaz de desactivar la tensión con una sonrisa o una frase desconcertante. Incluso en los momentos más críticos de su mandato, mostró una serenidad que contrastaba con la velocidad de los acontecimientos.
La vida actual de Mariano Rajoy
Tras dejar atrás el mundo de la política, Mariano Rajoy decidió retomar su antigua profesión como registrador de la propiedad, una actividad que había ejercido de forma intermitente desde sus primeros años laborales.
Comenzó su nueva etapa en Santa Pola, en la provincia de Alicante, donde pasó un tiempo lejos de los focos, disfrutando de una rutina más discreta. Con el paso del tiempo consiguió trasladarse a Madrid, donde actualmente trabaja en el Registro Mercantil del Paseo de la Castellana. Desde allí, lleva una vida profesional estable, alejada de las cámaras y los titulares. Su regreso a la función registral refleja el carácter pragmático que siempre lo ha definido: un hombre que entiende el deber como una constante, sin importar el cargo o la posición que ocupe. Quienes lo conocen de cerca destacan que sigue siendo el mismo de siempre, alguien que valora la rutina, la lectura y el trabajo bien hecho.
En el terreno personal, Mariano Rajoy ha construido una vida familiar sólida junto a su esposa, Elvira Fernández, con quien comparte más de tres décadas de relación. Se conocieron en 1992 en Sangenjo, un lugar al que ambos siguen regresando cada verano, y en 1996 se casaron en la Capilla de Las Conchas, en la Isla de La Toja, un enclave íntimo que refleja la discreción con la que siempre han llevado su vida. Juntos han formado una familia estable con sus dos hijos, Mariano Jr. y Juan, quienes han crecido lejos de la exposición mediática. El mayor, licenciado en Administración y Dirección de Empresas y Relaciones Internacionales por ICADE, trabaja en el sector financiero, dentro del equipo de desarrollo de negocios Fintech de Visa, mientras que el menor, Juan, comenzó en 2023 la misma carrera en la Universidad Pontificia de Comillas.
Con todo lo anterior, podemos decir que Rajoy disfruta de esta etapa con serenidad, combinando su vida laboral con la tranquilidad del ámbito familiar. Lejos de los focos, sigue siendo una figura respetada y, para muchos, un ejemplo de cómo la política puede ejercerse con ironía, moderación y un inquebrantable sentido del deber.
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