La Fiscalía pide 48 años de cárcel para Sergio Morate por el doble crimen de Cuenca
El Ministerio Fiscal ha solicitado un total de 48 años de prisión para Sergio Morate, a quien considera autor de los asesinatos de su pareja, Marina Okarynska, y una amiga de ésta, Laura del Hoyo, unos hechos ocurridos en agosto de 2015 y por los cuales lleva más de un año en prisión preventiva.
Según el escrito de acusaciones, se solicita igualmente indemnizar en 50.000 euros al marido de quien fuera su pareja, 200.000 euros para sus padres, y 30.000 euros más para su hermana; a lo que hay que sumar otros 200.000 euros para los padres de Laura y otros 30.000 para sus hermanas, lo que eleva el total a 510.000 euros.
Considera el fiscal probado que Morate, que ya había sido condenado por sentencia firme en 2008 por un delito de detención ilegal y amenazas en el seno de la violencia de género, mantuvo durante cuatro años y hasta el mes de marzo una relación con Okarinska. Una vez que ésta puso fin a la relación, dicha decisión no fue asumida por el acusado, y se gestó desde entonces la idea de poner fin a su vida.
El plan para matar a Marina
Tras regresar Marina el 3 de junio de 2015 a Cuenca, se puso en contacto con el acusado para ir al que había sido el último domicilio de la pareja a recoger enseres de su propiedad. En ese momento, según el fiscal, se inició la ejecución del plan de matarla y de deshacerse de su cadáver, abasteciéndose en los últimos días del mes de julio de los efectos necesarios para llevar a cabo su idea y pidiendo prestado un coche para ello.
Con todo preparado para acabar con la vida de Marina, hacia las 17:00 horas del 6 de agosto de 2015, el acusado llamó a Marina, y le pidió que acudiera al domicilio que habían compartido para recoger sus enseres.
Tras la llamada, y ante el temor que sentía por el carácter violento de Sergio, solicitó a su amiga Laura que le acompañara. Una vez juntas, hacia las 17:25, se personaron juntas a la casa donde esperaba Óscar. A la llegada de las dos chicas, considera probado el fiscal que el acusado procedió a cerrar la puerta desde dentro con llave, para evitar que pudieran salir del mismo.
Una vez cerrada la puerta, el acusado propinó a Marina de forma inesperada y sorpresiva un fuerte golpe en la cabeza, del que la chica quedó seminconsciente y sin posibilidad de defensa, tras lo que Óscar le colocó una brida de plástico alrededor del cuello, apretando hasta acabar con su vida por asfixia.
Ante los hechos, Laura intentó salir del domicilio, e inició un forcejeo con Sergio, en el transcurso del cual le propinó el acusado un puñetazo en el pómulo. Con la clara finalidad de no dejar testigo para no ser descubierto, le apretó el cuello hasta matarla.