El ADN contradice a la presunta víctima de la «manada militar» de Antequera

semen
Exterior del cuartel aéreo de Bobadilla, en Antequera, donde se produjo la presunta violación.

Los análisis de ADN son negativos. El Instituto de Toxicología de Sevilla ha concluido que ninguno de los restos genéticos (semen) hallados en las medias y el pijama de la soldado de Antequera coincide con el ADN de los nueve soldados del acuartelamiento aéreo de Bobadilla involucrados en la presunta agresión sexual a una compañera. En febrero la policía tomó declaración y recogió muestras de ADN de los 9 militares y dos meses después el informe del Instituto de Toxicología es rotundo: negativo.

El resultado era clave para la investigación, ya que en su momento el Ejército no realizó un examen médico a la víctima inmediatamente después de que la soldado denunciara la presunta violación a sus superiores, tal y como marca el protocolo. Algo que denuncia el abogado de la víctima, Javier Rincón, y fuentes militares ni confirma ni desmienten.

Los hechos que se investigan arrancan el pasado 10 de diciembre cuando la víctima junto a varios compañeros acudieron a un bar de la zona, ya dentro del local la denunciante relata que varios soldados la sobaron. Ya entrada la noche, la mujer dejó su cerveza en la barra para ir al baño y a la vuelta notó un sabor extraño en la bebida. A la una, y con síntomas alarmantes de somnolencia y pérdida de control no atribuibles al alcohol que había ingerido la soldado volvió a la base acompañada de un superior que la acostó y se marchó. La soldado denuncia que durante la madrugada al menos dos militares que no ha podido reconocer entraron en el cuarto donde dormía y la agredieron sexualmente mientras se hallaba en un estado que rayaba la inconsciencia y que le impedía defenderse.

En cuanto recuperó la conciencia acudió alarmada a un superior al que le relató lo sucedido. El militar, que como otra testigo ha confirmado en sede judicial el estado anormal de la víctima esa noche, le hizo un test de drogas del que disponía en el cuartel y que dio resultado positivo a sustancias farmacológicas.

Desde entonces ella está de baja y ninguno de los nueve sospechosos, incluidos los dos que fueron reconocidos por la soldado durante la investigación del caso han sido imputados o procesados por la justicia militar que esperaba el resultado de las pruebas de ADN para tomar una decisión sobre los que algunos medios se apresuraron a bautizar como la “manada militar”. Ahora los análisis apoyan la versión de los sospechosos pero no aclaran la presunta agresión a la soldado cuyo testimonio apoyan varios testigos de esa noche. La defensa de la militar anuncia que solicitará un nuevo análisis de parte.

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