Cómo tirarse al agua de cabeza sin riesgo de accidente

Cómo tirarse al agua de cabeza sin riesgo de accidente
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Es época de playas y piscinas. Mucha gente aprovecha el buen tiempo para refrescarse. Al año se producen de media unos 30 casos de lesiones medulares a consecuencia de las entradas al medio acuático, ya sean ricos, mar, lagos o piscinas. Para prevenir cualquier tipo de percance, a continuación te mostramos cómo tirarse al agua de cabeza sin riesgo de accidente.

En primer lugar hay que conocer bien la profundidad que existe. Sería muy peligro zambullirse sin tener previamente esta información. Ten en cuenta que se podría producir un impacto en la cabeza contra una roca o el suelo de la piscina. El descenso es muy brusco, sobre todo cuando se realiza desde una altura considerable.

Suele ocurrir que cuando el agua del mar, de los ríos o lagos se encuentra un tanto turbia no se aprecie correctamente lo que hay debajo. Una roca o una rama de árbol pueden permanecer escondidas en el lugar menos pensado.

En la mayoría de las piscinas resulta más complicado que pueda ocurrir esto, sobre todo porque nos informan sobre la profundidad y nos podemos dejar guiar por el resto de usuarios. Por lo tanto, en cualquier caso siempre será necesario confirmar la profundidad del agua.

Cuando nos tiremos al agua de cabeza se hace necesario que coloquemos las manos por delante, con los brazos totalmente extendidos de forma que en el caso de encontrarnos contra el suelo o algún elemento de impacto el golpe se haga con las manos en primer lugar y no con la cabeza.

Sin embargo, suele ocurrir con mucha frecuencia que no se tomen las medidas precisas de precaución y tengamos que lamentar un accidente de cierta relevancia. En ese caso, también se hace necesario saber actuar correctamente.

Los expertos recomiendan que cuando ocurra un percance lo primero será sacarlo de la piscina y colocarlo sobre una superficie rígida. Hay que intenta mover el cuerpo en bloque para que no se produzcan lesiones en la zona del cuello. Tampoco se debería movilizar la columna.

Provocar más secuelas por una mala gestión

También se hace necesario comprobar que puede respirar con normalidad, y si no fuese así habría que liberar las vías respiratorias. En ningún momento hay que trasladar al herido en vehículo particular a un centro médico. Póngase en contacto con los servicios de emergencia y espere a que llegue la ambulancia.

Suele ocurrir con bastante frecuencia que en el intento de querer ayudar se cometa alguna imprudencia que puede resultar muy cara. Puede suceder durante el traslado que las lesiones se acaben convirtiendo en completas e irreversibles por una mala gestión.

No se ponga nervioso y actúe con calma, siguiendo en todo momento las indicaciones que le puedan dar los sanitarios que se encuentren al otro lado del teléfono mientras espera por la ambulancia.

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